La emisión del documental encubierto «Operación X» sobre Helgstrand Dressage ha desatado una oleada de críticas e indignación.
El programa, basado en grabaciones ocultas dentro del centro de entrenamiento danés, mostró escenas que han sido duramente criticadas por su maltrato animal.
Estas imágenes reflejan a los entrenadores de la cuadra empleando métodos agresivos y poco éticos, incluyendo el muy mal uso de las espuelas, golpes y fustazos a los caballos, así como signos de sangrado y marcas visibles de lesiones en los animales. Estas escenas han conmocionado a la comunidad ecuestre, generando una ola de indignación.
Patrik Kittel, reconocido jinete internacional, utilizó sus redes sociales para expresar su rechazo rotundo hacia cualquier forma de violencia contra los caballos y métodos de entrenamiento no autorizados. Manifestó su compromiso de iniciar un diálogo estrecho con Outstanding Stables, parte del Global Equestrian Group, con el objetivo de buscar una respuesta efectiva y enfocada en el bienestar de los caballos.
Estas revelaciones han puesto en jaque la reputación de Helgstrand Dressage.
La controversia ha reavivado una llamada urgente a establecer estándares más estrictos y éticos acerca de estos temas. Expertos han enfatizado la necesidad de implementar prácticas más humanas y respetuosas hacia los caballos, buscando que su bienestar sea la prioridad absoluta en cualquier contexto de entrenamiento o competición.
En respuesta a la presión pública y las denuncias de organizaciones de protección animal, Helgstrand Dressage ha anunciado medidas para abordar las preocupaciones planteadas en el documental. Han prometido una revisión exhaustiva de sus prácticas internas, adaptándose a las leyes de bienestar animal y a los estándares éticos internacionales.
¿Qué opináis de todo esto?
0 comentarios