La fractura de clavícula es una de las lesiones más comunes en la equitación debido a la forma en que los jinetes suelen caer. Generalmente, ocurre al impactar contra el suelo con el hombro, transmitiendo la fuerza directamente al hueso. Se trata de una lesión dolorosa que puede limitar el movimiento del brazo afectado y requiere un tiempo de recuperación adecuado.
Los síntomas incluyen dolor intenso inmediato, hinchazón y, en algunos casos, deformidad visible en la zona. También es frecuente la aparición de hematomas y dificultad para mover el brazo. Ante una caída que provoque estos signos, es fundamental inmovilizar la zona y buscar atención médica lo antes posible para confirmar el diagnóstico mediante una radiografía.
El tratamiento varía según la gravedad de la fractura. En la mayoría de los casos, se recomienda el uso de un cabestrillo para mantener el brazo en reposo mientras el hueso se recupera de forma natural. En fracturas más complejas, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para colocar placas o tornillos que garanticen una correcta alineación. Durante la recuperación, se recomienda realizar ejercicios progresivos para recuperar la movilidad sin forzar la zona afectada.
Para reducir el riesgo de esta lesión, es aconsejable utilizar un chaleco de protección que amortigüe el impacto en caso de caída. Además, mejorar la técnica de monta y aprender a caer de manera segura puede ayudar a minimizar las consecuencias de un accidente. Aunque esta lesión requiere paciencia para sanar, una recuperación bien gestionada permite volver a montar sin secuelas.
-Redacción por Cristina Prado-
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