Cuando alimentamos a un caballo con una golosina —como una zanahoria, una manzana u otro tipo de premio— es fundamental ofrecérsela con la mano completamente plana.
Pero, ¿por qué es tan importante? Los caballos se guían principalmente por el olfato y el tacto a la hora de comer.
Si doblamos los dedos o sostenemos la chuche entre ellos, existe el riesgo de que, sin querer, el caballo nos muerda al intentar cogerla.
Esto no significa que el caballo esté teniendo una conducta agresiva o que quiera morder intencionadamente.
Por esta razón, al ofrecer la golosina con la palma abierta y los dedos estirados, le damos al caballo una superficie plana y segura desde la que puede tomarla sin riesgo.
¿Alguna vez vuestro caballo os ha mordido sin querer? ¡Os leemos en los comentarios!
-Redacción por Cristina Prado-
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