«A veces parece que nuestro deporte tiene la imagen de ser un mundo cerrado con mucho que ocultar», dice Gregory Wathelet.

«En mi opinión, esta imagen está lejos de la realidad. Otra creencia parece ser que la gente que trabaja con caballos no cobra, que las horas son largas y las condiciones malas. Sí, hay mucha responsabilidad pero es posible tener condiciones justas y que te paguen bien. «Sin embargo, eso también hay que ganárselo; tienes que ser un buen trabajador y en el sector ecuestre eso requiere que tengas como base el amor por el caballo, tienes que amar lo que haces. Si sólo trabajas por dinero, esta no es la industria en la que debes estar».

Al reestructurar la sencilla granja de vacas de su padre en una operación que hoy incluye cría, caballos jóvenes y caballos de competición, Wathelet ha construido su base cerca de Lieja, Bélgica.

Axelle, que ahora está a cargo de la gestión del establo, y Gregory reciben anualmente en sus cuadras a estudiantes de escuelas ecuestres de Bélgica y Francia para aprender más sobre la realidad del trabajo con caballos.

«Me encantan los caballos, son mi vida, y como los amo, quiero que estén en buenas manos», explica Axelle. «Y para asegurarnos de que así sea, es nuestra responsabilidad tomarnos el tiempo para enseñar adecuadamente a la próxima generación. Cualquiera puede ser mozo de cuadra (el trabajo en sí no es tan complicado), pero encontrar a una persona que realmente ame a los caballos es otra cosa. En mi opinión, un buen mozo de cuadra es aquel que entrega su corazón a sus caballos».

«Estoy seguro de que todo el mundo sabe lo difícil que es encontrar buen personal hoy en día», continúa Gregory. «Y cuando alguien nuevo se une a su grupo de personal, especialmente alguien que no tiene experiencia, puede resultar incómodo para ellos y la atmósfera puede no ser la adecuada para aprender».

La honestidad es la mejor política

Para asegurarse de que los estudiantes aprovechen al máximo su tiempo en Wathelet’s, Axelle realiza un seguimiento diario para asegurarse de que todo funcione sin problemas. «Ella se asegura de que los estudiantes aprendan tanto como sea posible durante su tiempo con nosotros», explica Gregory. «Es importante mostrarles lo básico; cómo cuidar a los caballos, ayudarles a entender cómo piensa un caballo, cómo tratar a los jóvenes… Es importante que vean cómo hacer las cosas bien. No digo que seamos perfectos, pero intentamos ser lo más profesionales posible, tener una estructura clara y espero que nuestros estudiantes puedan aprender de ello».

Wathelet cree en la transparencia, otro punto que espera transmitir a los estudiantes. «Con los caballos pueden pasar muchas cosas; Puedo cometer errores y mi personal también. Sin embargo, pase lo que pase, es importante no intentar nunca ocultar cosas ni mentir. La honestidad es la mejor política, aunque no siempre sea fácil. Queremos mostrar a nuestros alumnos la realidad de trabajar con caballos, y no solo las partes divertidas. Nada en la vida es fácil, y aunque algunos durante su estadía aquí pueden entender que esta línea de trabajo no es para ellos, esperamos alentar y motivar a los apasionados de los caballos a seguir sus sueños».

Cómo empezó todo

Axelle conoció a Gregory en 2006 y comenzó a trabajar con él como jinete en casa y, finalmente, también como su mozo de cuadra. «Antes de empezar a ser moza, trabajaba como contadora en París y sólo montaba en caballo como hobby*, cuenta Axelle sobre el comienzo de su carrera como moza. «Sin embargo, un día sentí que quería conocer el mundo de los caballos y mi primer trabajo como cuidadora fue en el establo de Michel Hecart para su hija Marie, sin tener idea de lo que debía hacer un moza. Pensé que lo haría durante un año, y después de un año, me dijeron que Steve Guerdat estaba buscando un mozo de cuadra en Stal Tops. No sabía quién era Steve Guerdat, pero pensé: ‘¿por qué no? Cuando llegué a Tops, vi a un joven montar en el picadero y fui a preguntarle si era Steve Guerdat; se rió y dijo que le gustaría ser Guerdat, pero que no lo era. Después de mi tiempo en Tops, conocí a Gregory en un concurso, y el resto es historia, diría yo. Trabajar como moza es una vida maravillosa; Es un trabajo duro, pero puedes viajar por el mundo gratis. Creo que tenemos suerte; Algunas personas no pueden permitirse el lujo de abordar un avión en su vida».

Después de casi una década juntos, moviéndose de un lugar a otro, Gregory finalmente se instaló cerca de Lieja, donde Axelle comenzó el proyecto de traer estudiantes. Tras dejar el astillero poco después, el proyecto volvió a la vida a su regreso en 2022. «Tengo un título de profesora de equitación y he trabajado como profesora, por eso me gusta enseñar», explica.

«Conocí a algunos otros antiguos mozos de cuadra, como Jean-Charles Jolain, que solía trabajar con Eugénie Angot y ahora es profesor en una escuela ecuestre en MFR St-Flour, y todos estuvimos de acuerdo en que sería beneficioso tener a los estudiantes incluidos en la vida diaria de un establo profesional. Así empezó el proyecto y en 2023 teníamos ocho estudiantes con nosotros».

Encontrar diversión

«Intento mantener un buen sentimiento en la cuadra y para mí esta es la clave para mantener al personal. Todos en el equipo deben ser respetuosos unos con otros», dice Axelle, aquí con Sylvain, el mozo de Gregory desde hace mucho tiempo.

Normalmente los estudiantes vienen a Wathelet a final de año y se quedan tres semanas. Los visito en el establo todos los días para ver que todo está bien y también voy al guadarnés para ver que todo esté bien», explica Axelle. «Soy como una niñera para ellos, los jóvenes pueden ser muy tímidos a la hora de pedir cualquier cosa que puedan necesitar. La mayoría de ellos pasan una semana en nuestra sección de cría, luego una semana con los caballos jóvenes y una semana en el establo de competición de Gregory. Siempre trato de encontrar para cada uno de ellos un plan con el que se sientan felices y cómodos, para asegurarme de que aprendan tanto como sea posible».

«Creo que es importante hacer cosas con los estudiantes; si solo les dices qué hacer, no aprenderán», continúa Axelle. «Intento encontrar diversión en todo, ese es mi camino ahora. Cuando todos se sienten cómodos y el ambiente es bueno, es mucho más fácil para todos. Esto es algo que tuve que aprender yo misma. Sé que no siempre ha sido fácil trabajar conmigo ni soy lo suficientemente paciente para enseñar. Cuando trabajaba como moza de cuadra, no le daba a la gente las oportunidades que merecían. Ahora, en mi nuevo rol -un poco alejado del establo he trabajado en mí misma y veo la diferencia. Intento mantener buenas sensaciones y para mi esta es la clave para mantener al personal. Todos en el equipo deben ser respetuosos unos con otros, y si tienes a una persona equivocada, puedes destruir todo el equipo. Los chismes y el drama no pertenecen a la cuadra; la buena mentalidad lo es todo».