El dopaje en la hípica es uno de los temas más delicados y complejos en el deporte ecuestre. No solo afecta a los caballos, sino también a los jinetes y amazonas, por lo que la regulación existente y futura es fundamental para garantizar la integridad de las competiciones, el bienestar animal y la igualdad entre los participantes.
La Federación Ecuestre Internacional cuenta con una lista exhaustiva publicada de sustancias prohibidas que se actualiza regularmente para incluir nuevos compuestos detectados en el ámbito deportivo.
Además de las sustancias prohibidas, se encuentran los medicamentos controlados, esto es, aquellos que tienen un valor terapéutico y/o que se utilizan comúnmente en la medicina equina.
Aquellas sustancias que no se encuentran en el listado en principio no están prohibidas salvo que no tengan una estructura química o un efecto biológico similar a los anteriores.
La Real Federación Hípica Española aplica la normativa anterior, además de llevar a cabo durante las competiciones, análisis de orina y sangre a los caballos seleccionados de manera aleatoria o aquellos que presentan un rendimiento inusualmente alto.
Las federaciones promueven la formación de jinetes, entrenadores y propietarios para que conozcan acerca de ello, y sobre todo, acerca de las consecuencias y sanciones, ya que estas pueden variar e ir desde la suspensión temporal o permanente para competir hasta la pérdida de premios y descalificaciones en pruebas, además de las sanciones económicas que pueden acarrear.
-Redacción por Cristina Prado-
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