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¿Calorías en la dieta del caballo: suficientes, excesivas o del tipo adecuado?

por 10 Jul 2025General0 Comentarios

Comprender no solo cuántas calorías consume tu caballo, sino también de dónde provienen, es clave para mantener una buena condición corporal y un rendimiento óptimo.

Muchas veces, en la nutrición equina se presta más atención a nutrientes como las proteínas, dejando de lado las calorías, a pesar de que estas son la base para controlar el peso, la salud general y la energía del caballo.

Los requerimientos energéticos y la energía digestible, en nutrición animal, al igual que en nutrición humana, se miden en calorías. Dado que los caballos tienen altas necesidades energéticas, se usan unidades más grandes como la kilocaloría (kcal) y la mega caloría (Mcal), equivalentes a 1,000 y 1,000,000 calorías respectivamente.

La publicación del NRC (2007) Requerimientos Nutricionales de los Caballos ofrece estimaciones sobre la energía digestible (DE) que un caballo necesita según su peso y nivel de trabajo. Esta energía representa lo que realmente es absorbido del alimento.

Por ejemplo, un caballo de 500 kg sin actividad física puede necesitar unas 16.7 Mcal al día. Pero esta cifra puede cambiar por factores individuales como metabolismo, comportamiento y clima.

Algunos caballos, conocidos como de «fácil mantenimiento», necesitan menos energía para mantenerse en forma. En cambio, los de «difícil mantenimiento» requieren más calorías para conservar un peso saludable. Según el NRC, un caballo de 500 kg en reposo necesita entre 15.2 Mcal y 18.2 Mcal, dependiendo de su capacidad para mantener peso.

Aunque estas cifras son útiles como punto de partida, cada caballo es diferente. Por ello, es esencial evaluar su dieta completa, comenzando por el forraje, para entender cuánta energía está realmente recibiendo.

La cantidad de energía en el heno puede variar notablemente, desde 1.5 Mcal/kg hasta 2.6 Mcal/kg. Esta diferencia puede tener un gran impacto en la condición corporal del animal.
Por ejemplo, si un caballo de 500 kg y fácil mantenimiento recibe un 2% de su peso corporal en heno bajo en energía, cubrirá sus necesidades sin problema. Pero si ese mismo caballo consume heno con alto contenido energético, podría volverse obeso rápidamente, incluso sin cambios en la cantidad de alimento.

Analizar el heno permite ajustar la dieta con mayor precisión. Es común que un caballo se mantenga bien con un tipo de heno y, al cambiar el lote, empiece a perder peso. Anticiparse a esto realizando un análisis nutricional de cada nuevo lote de forraje puede evitar fluctuaciones no deseadas en el peso. Así podrás tomar decisiones informadas, como reforzar el aporte energético a través de concentrados si el nuevo heno es más pobre en calorías.

Fuentes de calorías: no todas son iguales, cuando se necesita incrementar la energía en la dieta, hay varias opciones: granos, forrajes conservados, concentrados fibrosos o suplementos grasos. La elección correcta dependerá del temperamento del caballo, su nivel de actividad y sus necesidades individuales.

Los caballos obtienen energía principalmente de tres tipos de macronutrientes: carbohidratos, grasas y proteínas.

Los carbohidratos son la principal fuente energética en la dieta equina. Se dividen en tres tipos:

Hidrolizables, se digieren en el intestino delgado y proporcionan glucosa de rápida absorción. Ideales para energía inmediata, pero deben limitarse en caballos con trastornos metabólicos, ya que pueden aumentar la excitabilidad.

Fermentables rápidos y estructurales: se digieren en el intestino posterior mediante fermentación microbiana, generando ácidos grasos volátiles que sirven como energía sostenida.

Las grasas, aunque representan una fracción pequeña de la dieta, son la fuente más densa de energía. Son útiles para añadir calorías sin aumentar el nivel de azúcar en sangre, lo que las convierte en una opción ideal para caballos sensibles o con tendencia a excitarse.
Los caballos pueden digerir bien la grasa, incluso sin vesícula biliar, siempre que se incorpore de forma gradual. Su sistema se adapta produciendo más enzimas y bilis.

Proteínas, su función principal es reparar y construir tejidos, no aportar energía. En casos donde hay déficit de carbohidratos o grasas, el cuerpo puede recurrir a las proteínas como fuente calórica, pero es un proceso poco eficiente. Por eso, no se recomienda aumentar la proteína para fomentar la ganancia de peso.

Como consejo, revisa periódicamente la condición corporal de tu caballo, analiza cada lote de heno para conocer su aporte calórico. Si necesitas sumar calorías, considera su nivel de ejercicio, comportamiento y cuánto peso necesita ganar.

Prioriza forrajes conservados, suplementos grasos y concentrados fibrosos si buscas aumentar la energía sin alterar su temperamento. Los granos, que contienen más carbohidratos hidrolizables, son útiles en caballos de alto rendimiento, pero pueden aumentar la reactividad en caballos sensibles.

Elegir bien las fuentes de calorías es esencial para que la dieta de tu caballo respalde su salud y rendimiento a largo plazo. Si tienes dudas, consulta con un especialista en nutrición equina para adaptar el plan alimenticio a sus necesidades específicas.

En Special Feeds (https://specialfeeds.es/tienda-pienso-para-caballos/) son expertos en la materia. Su asesoramiento ayudará a tu caballo a mejorar su calidad de vida y garantizará tu tranquilidad.

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