Ainhoa Manero no necesita presentación. Aunque ella siempre quiere hablar de sí misma como una amazona amateur, hecho que le honra, sabe lo que es ser parte del equipo nacional desde que era pequeña, con ponis y en las categorías de menores. Siendo juvenil, se dio una circunstancia que desde entonces no ha vuelto a ocurrir: clasificó para el Campeonato de Europa de juveniles (con su mítico Ulior), y a su vez, para el Campeonato de Europa de ponis. Le tocó elegir, no se planteaba la posibilidad de correr ambos campeonatos.. Qué injusto, ¿no? Lo que cuesta clasificar para uno, si encima tienes la destreza de hacerlo para dos… Optó por el junior.
En ciertos casos, se aprecia en los jinetes una falta de formación académica que les hace un flaco favor en su día a día. No fue así el caso de Ainhoa, que si en una época de su vida se bajó de los estribos, fue para formarse como la gran Abogada de Extranjería que a día de hoy es. ¡Cuántos problemas hípicos habrá resuelto en este sentido! En su versión de letrada, conoció al que a día de hoy es su pareja, Alejandro. Éste la enamoró y además le puso en su camino al que a día de hoy es uno de sus mejores caballos, Zidane.
Mañana Ainhoa parte para México, país natal de Alejandro, tal y como está haciendo desde hace un año, pero esta vez hay que «preocuparse» más, se lleva toda la cuadra y el perro… «Preocuparse» en sentido figurado, ya que se plantea volver a competir en España el próximo año, y al igual que está conectada con sus clientes de todo el mundo vía zoom desde cualquier parte del globo, así hará con la gente que la queremos.
La vida es digital en pleno siglo XXI, y ahora nos toca seguir así a Ainhoa de momento y hacerle una visita en el momento que se pueda.
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