Ahora se acerca la temporada de calor, y siempre hay que recordar mantener a nuestros caballos hidratados.
¿Pero sabemos como hacerlo correctamente?
Un caballo puede tomar diariamente un promedio de 5 litros de agua por cada 100 kg de peso en condiciones normales, y obviamente con el ejercicio o el calor excesivo tomará más que eso para recuperar los fluidos perdidos y mantener todas las funciones fisiológicas.
La deshidratación surge cuando un caballo pierde agua más rápidamente de lo que la puede reemplazar. La cantidad de sudor que pierde depende del caballo, la cantidad de trabajo, la temperatura y humedad del ambiente, la raza del caballo, su nivel de forma física y si está en un peso adecuado.
Se puede pellizcar la piel en el hombro u observar la rapidez que vuelve el color de las encías después de apretarlas para determinar si el caballo está deshidratado. Si la piel no vuelve a la normalidad rápidamente o si el color de las encías es más pálido que de costumbre, el caballo está deshidratado. Si empeora la situación, el pulso aumenta, hay menos fluido de sangre, es más viscosa y el corazón tiene que trabajar más para hacerla circular. Este trabajo excesivo empeora la situación de fatiga. En esta situación hay que rehidratar al caballo rápidamente.
Por lo que deberíamos estar cada poco tiempo proporcionando agua a nuestro caballo, si estamos de concurso, por ejemplo, y si no proporcionarle además algún complemento para ayudarle a mantenerse hidratado.
Desde Equinox tenemos varios productos que pueden ayudar a rehidratar a nuestro caballo, como por ejemplo: EQUINOX Electrolit o EQUINOX Rehydrate.
Como complemento alimenticio o como boost en un momento de necesidad.
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