Si os gustó la primera parte, aquí tenéis la continuación!
- Sus trivialidades no son las nuestras
Por lo general, no nos importa mucho quién es la última estrella de pop, y a veces ni siquiera nos importa el futbol.
Pero las mantillas, los nuevos protectores con microgel que acaban de salir, y revolver en las tiendas hípicas, es fascinante!! Además conocemos el nombre de caballos que dejaron de competir hace años, los nombres de sus jinetes, aquel que no saltaba la ría, quién ganó la Copa del Mundo desde que comenzó e identificamos 20 tipos diferentes de hierros.
Nuestras neuronas están reservadas para memorizar temas hípicos
- Estamos constantemente en guardia por cosas que asustan ¿a quien? A nuestros caballos
¿Has visto esa vieja bolsa de plástico que está volando por el parking en este momento? Eso podría convertir a mi caballo de media tonelada en un montón de músculos sin control
Siempre estamos atentos a cualquier cosa del entorno. Es sentido común. El día de viento es una pesadilla, el toldo de la carpa, la lona de la valla, o la luz de la tarde que hace sombra a la batida de un obstáculo, las flores del cuadrilongo , el plástico que algún iluminado puso para cubrir un altavoz…mejor verlo antes que nuestro caballo
- Sí, realmente necesitamos todas esas botas
Nunca se puede tener demasiado calzado ecuestre.
Esas son mis botas de concurso. Esas son mis viejas botas de concurso por si acaso. Esas son mis nuevas botas de concurso que todavía estoy domando. Esas son mis botas bajas para caminar por el concurso. Las botas de agua altas son para los días de diluvio, y las botas de agua pequeñas son para los días que llueve poco, ver la pista sin ensuciar las de concurso.. o por si acaso. Y además, claro, están las botas de montar a diario
- Podemos distinguir a una persona “de caballos” al instante.
No intentes engañarnos. ¿Usas chanclas en la cuadra? No. ¿Los bolsillos de tu abrigo están llenos de chuches y terrones de azúcar o de restos? Esa es una buena señal, eres de caballos
- Somos vagos para ir al dentista, al fisio, a veces incluso a la peluquería.
Sin embargo nuestro caballo recibe revisión dental, sesiones de fisioterapia, esquilados y un montón de suplementos para que estén a tope, ( aunque solo montemos de forma amateur y hagamos algunos pocos concursos al año).
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