1. Utiliza cubos de goma en lugar de las de metal o plástico, ya que la goma es un buen aislante y reducirá la velocidad de congelación.
2. Piensa en la ubicación de tus cubos de agua: Colocarlos dentro de refugios, cuadras o frente a setos proporciona una capa de aislamiento y reducirá la velocidad de enfriamiento del agua y, por lo tanto, retrasará cualquier congelamiento. Si los cubos están afuera, asegúrate de que estén situados en un lugar que reciba la luz del sol durante el día (¡si hay alguna!) para que el agua se caliente lo más posible.
3. Poner el cubo en una llanta de goma ayudará a reducir la velocidad de congelación, al igual que la acumulación de paja alrededor de la cubeta en el establo. También puedes colocar el cubo dentro de otro cubo más grande y luego usar paja o virutas para cubrir el espacio entre los dos para aislamiento.
4. Si estás utilizando varios cubos, colócalos uno cerca del otro. Los caballos a menudo se agrupan para beber, por lo que esto elevará la temperatura del área y reducirá la velocidad de congelación.
5. Otro consejo útil es llenar una botella de plástico con agua y una taza de sal antes de taparla y colocarla en el cubo de agua. La sal evitará que el agua dentro de la botella se congele y la botella flotará en el agua, lo que evitará que el agua del cubo se congele.
6. Si tienes un abrevadero donde rellenar los cubos, cúbrelo por la noche. Y si se congela, no solo rompas el hielo dejándolo flotar en el agua, saca los trozos para que el agua tarde más en volver a congelarse.
7. Para que no se congelen los circuitos de agua, envolver todas las tuberías expuestas con espuma y mantas plateadas reflectantes ayuda a evitarlo, pero si se ponen alrededor de los cubos, los caballos los pueden romper.
8. Dejar un hilo de agua corriendo en un grifo o manguera cuando hace mucho frío es una buena idea, ya que el agua corriente rara vez se congela.
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