«Endo», el Appaloosa que ha superado la ceguera, es un inspirador ejemplo de resistencia y dedicación. De la mano de su joven propietaria, Morgan Wagner, «Endo» ha logrado adaptarse a su nueva vida después de perder la vista debido a la Uveitis Recurrente Equina, también conocida como la «ceguera de la luna». A pesar de la pérdida de sus ojos, «Endo» ha demostrado que aún puede llevar una vida plena y participar en actividades ecuestres adaptadas a su condición.
Antes de sufrir esta enfermedad, «Endo» era un destacado caballo de salto, compitiendo junto a Morgan en diversos concursos. Morgan se negó a rendirse ante la idea de sacrificar a su fiel compañero y decidió ayudarlo en su proceso de recuperación.
Con esfuerzo y dedicación, Morgan entrenó a «Endo» utilizando una estrategia de doma simple pero efectiva. «Endo» aprendió a reconocer hasta cuarenta palabras y sonidos, lo que le permitió desenvolverse con normalidad en su vida diaria en la cuadra, el prado y las pistas.
Hoy en día, «Endo» es toda una sensación en las redes sociales, con más de 346.000 seguidores en Facebook y 124.000 en Instagram. Morgan y «Endo» han demostrado que juntos pueden superar cualquier obstáculo y han comenzado a participar en disciplinas ecuestres adaptadas a las capacidades físicas de «Endo».
Aunque el salto de obstáculos aún es un desafío para «Endo», han encontrado otras actividades en las que pueden destacar con el adecuado entrenamiento y la guía de Morgan. Después de sus sesiones de entrenamiento, «Endo» disfruta de tranquilos paseos por los prados cercanos a su hogar en Eugene (Oregón) o comparte momentos de descanso con Cinnamon, un pequeño pony que le brinda compañía.
No son muchos los casos de caballos ciegos y en España hace unos años ya conocimos un caso similar en el Centro Hípico Sierra Norte ubicado en la localidad madrileña de Soto del Real, donde Sonia y el caballo ciego «McGregor» protagonizaron una historia que tuvo una gran repercusión en los medios de comunicación y en las redes sociales.
El caso de «Endo» es un recordatorio de la resiliencia de los caballos y su capacidad para adaptarse a nuevas circunstancias. Aunque los caballos tienen limitaciones en su visión, Morgan y «Endo» han demostrado que con amor y paciencia, pueden superar cualquier desafío juntos.
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