Cuando pensamos en laminitis, la imagen que nos viene a la mente es la de un pony regordete hasta las rodillas en medio de mucho pasto primaveral. Sin embargo, esta condición puede afectar a caballos y ponis de todas las formas y tamaños y aparece en cualquier momento. En otoño, se observa un aumento estacional de casos debido a que los días son cálidos y las noches frescas. Estas son las condiciones ideales para que el pasto comience a crecer nuevamente después de estar inactivo durante los meses más calurosos del verano.
Pero, ¿qué es la laminitis?
La laminitis es la inflamación y debilitamiento de las láminas sensibles que unen el hueso del casco del caballo con la pared del mismo. Esto provoca dolor, ya que el casco no puede expandirse para acomodar la inflamación. Hay dos tipos de laminitis:
– Laminitis aguda: Se refiere a las primeras etapas de la enfermedad, donde hay signos clínicos pero el hueso del casco no ha rotado o hundido. Si se trata de manera rápida y efectiva, en los casos agudos se puede evitar que se conviertan en crónicos.
– Laminitis crónica: es cuando el hueso del casco se ha movido. Los caballos afectados sufren problemas continuos, como cojera o abscesos recurrentes, y cambios graves en la estructura del casco.
Si tu caballo ha tenido laminitis una vez es más propenso a padecerla nuevamente. Por lo tanto, la prevención es fundamental.
Causas de la laminitis
Estudios recientes han demostrado que en la mayoría de los casos, la laminitis es un síntoma de una condición endocrina subyacente como el síndrome metabólico equino (EMS) o el Cushing. Los caballos con estas condiciones tienen una reacción anormal a los carbohidratos no estructurales (CNE) que se encuentran en el pasto. El consumo ilimitado de pasto en otoño no solo proporciona a tu caballo una gran cantidad de calorías, sino que los altos niveles de CNE pueden causar una respuesta inflamatoria en el cuerpo, desencadenando la laminitis.
El exceso de grasa corporal también puede causar un desequilibrio hormonal, que también puede desencadenar en laminitis. Aunque la laminitis no afecta solo a caballos con sobrepeso, sí que es cierto que hay una fuerte conexión entre ambos.
Cómo detectar la laminitis
Cuanto antes se detecte la laminitis, mayores serán las posibilidades de recuperación. Algunas cosas a tener en cuenta:
– Signos de dolor.
– Excesivo calor en los cascos.
– Echa su peso en los posteriores para aliviar el dolor.
– Rigidez general.
– Levantamiento exagerado de sus manos y cambio de peso constante.
– Aires inestables
– Cojera acentuada.
Si observas alguno de estos síntomas, contacta con tu veterinario de inmediato, ya que la laminitis aguda se considera una emergencia.
No muevas a tu caballo innecesariamente, le causará dolor y más daño.
Actúa ahora para evitar sorpresas antes de que sea demasiado tarde.
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