Un avión de carga que se dirigía hacia Europa tuvo que dar media vuelta hacia Nueva York debido a que un caballo se escapó de su box apenas treinta minutos después de despegar.
La inesperada situación fue comunicada por el piloto al control de tráfico aéreo, explicando: «El caballo logró liberarse de su compartimiento. El vuelo en sí está sin problemas, pero es imperativo retornar a Nueva York ya que no podemos garantizar la seguridad del animal».
El avión, un Boeing 747, con destino a Bélgica, transportaba una carga valiosa y miles de kilogramos de combustible. La emergencia provocada por la fuga del caballo requirió la descarga de 20 toneladas de combustible sobre el Océano Atlántico, para poder así asegurar un aterrizaje seguro.
El caballo, según han podido informar, no tiene ningún daño.
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