El 22 de octubre de 2024, la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos (CFIA) confirmó que tres caballos dieron positivo en Meadow Lake (Saskatchewan) por anemia infecciosa equina (EIA). La CFIA realizó las pruebas en el marco de una investigación de enfermedades en curso, iniciada después de que otro caballo de la zona diera positivo a principios de mes. Los informes iniciales sugieren que hay más equinos infectados en las instalaciones afectadas.
La anemia infecciosa equina es una enfermedad viral que ataca al sistema inmunológico de los caballos. Este virus se transmite a través del intercambio de fluidos corporales con un animal infectado, generalmente por insectos hematófagos como los tábanos. También puede transmitirse mediante el uso de agujas o instrumentos contaminados con sangre infectada.
Para detectar esta enfermedad, se emplea la prueba de Coggins, que analiza la sangre del caballo en busca de anticuerpos indicativos de EIA. Muchos estados de EE. UU. exigen una prueba negativa de Coggins para permitir el traslado de caballos a través de fronteras estatales.
Una vez que un caballo se infecta con EIA, queda infectado de por vida y puede actuar como reservorio para la propagación de la enfermedad. Algunos caballos no tienen síntomas, pero su presencia puede conllevar pérdida progresiva de condición física, debilidad muscular, baja resistencia, fiebre, depresión y anemia.
Actualmente, no existe una vacuna ni una cura para la EIA. Los caballos diagnosticados con esta enfermedad deben ser sacrificados o sometidos a condiciones de cuarentena estrictas durante el resto de su vida, a una distancia mínima de aproximadamente 183 metros de otros equinos no infectados.
0 comentarios