Después de una caída del caballo, es fundamental revisar el casco para asegurarse de que no ha sufrido daños que puedan comprometer su efectividad.
Aunque externamente pueda parecer intacto, un impacto fuerte puede afectar su estructura interna, debilitándolo sin que sea visible a simple vista. El casco está diseñado para absorber la energía del golpe y proteger la cabeza del jinete, pero tras una caída, su capacidad de protección puede verse reducida.
Es recomendable inspeccionar la carcasa exterior en busca de grietas o deformaciones, así como comprobar el estado del acolchado interno y las correas de sujeción. Si el casco ha recibido un golpe importante, aunque no muestre daños evidentes, lo más seguro es reemplazarlo.
Algunos fabricantes incluso recomiendan sustituirlo tras cualquier impacto significativo, ya que su función protectora puede verse afectada sin signos externos.
De hecho, marcas como KEP, GPA o Samshield ofrecen a jinetes y amazonas la posibilidad de revisar el casco tras una caída para comprobar si sigue cumpliendo con su función de protección o, por el contrario, es necesario reemplazarlo.
¿Conocías esta información?
-Redacción por Cristina Prado-
0 comentarios