El reconocido jinete canadiense Eric Lamaze ha roto su silencio con una declaración pública en la que expresa su profunda tristeza por no poder montar ni interactuar con caballos, su pasión desde que tiene conocimiento. Lamaze se ha visto envuelto en diversas disputas legales que, según él, han afectado tanto a su reputación como a su salud mental y física.
En agosto, Lamaze fue condenado a pagar 768 000 dólares a la familia Aziz. Esta sentencia se suma a otra del año pasado, que le obligaba a pagar 1,4 millones de dólares a otras víctimas. En febrero de 2024, Lamaze reconoció algunos de sus errores y ahora ha compartido una carta abierta para explicar su versión de lo sucedido en los últimos años.
En su declaración, el jinete canadiense se mostró desolado por la pérdida de confianza de la comunidad ecuestre, que ha sido su familia durante más de 30 años. Explicó que mantuvo su tratamiento médico en privado debido a la gravedad de su estado de salud, lo que dio lugar a rumores sobre la autenticidad de su diagnóstico y otros aspectos personales. Además, denunció la falta de apoyo por parte de la federación canadiense en el momento más oscuro de su vida.
Lamaze también aprovechó la ocasión para aclarar su posición en el caso de la venta de caballos a la familia Aziz. Subrayó que los animales se entregaron en condiciones adecuadas y se sometieron a exámenes veterinarios exhaustivos. Recalcó también que algunos caballos que la familia consideró peligrosos o con pocas cualidades obtuvieron buenos resultados en competiciones internacionales.
El jinete concluyó su declaración lamentando que los rumores y las demandas legales le hayan apartado de su pasión por la equitación, privándole de la actividad que le daba fuerza en los momentos difíciles.
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