El pasado 13 de abril, el hipódromo de Aintree albergó la competición hípica más exigente el Grand National, a pesar de las adaptaciones realizadas debido a la presión del activismo animalista.
Con 6.907 metros de recorrido y 30 obstáculos desafiantes, esta carrera desencadenaba alrededor de 9 minutos de intensa emoción para jinetes, caballos y espectadores, siendo seguida por millones de espectadores online en todo el mundo.
Desde 1839, esta carrera emblemática se celebraba en Aintree, situado en las afueras de Liverpool, atrayendo a una selecta audiencia de la burguesía y la nobleza británica, que veían en las carreras de caballos un destacado entretenimiento. A mediados del siglo XIX, diversos acontecimientos, como la ausencia de la Great St. Albans Chase en 1838 y la inauguración de líneas ferroviarias, elevaron la popularidad y prestigio del evento. Estos factores transformaron la carrera en un acontecimiento nacional, atrayendo a destacados competidores y cobertura mediática.
Hoy en día, el Grand National sigue siendo un evento singular que marca el inicio de la primavera en el norte de Inglaterra, caracterizado por su clima impredecible y una atmósfera cargada de emoción, que contrasta con otras carreras de caballos como Ascot en junio.
0 comentarios