El Costume Concours d’Élégance es uno de los eventos británicos de la monta a la amazona, una disciplina que mantiene vivo un legado ecuestre con siglos de historia.

Cada agosto, el National Side Saddle Show, celebrado en Addington Equestrian (Buckinghamshire), transforma el recinto en un escenario de terciopelo, seda, sombreros de copa y plumas, evocando las estéticas victorianas y eduardianas que inspiran a sus participantes.

Lejos de centrarse en la velocidad o la técnica deportiva, esta prueba pone el acento en la armonía entre amazona y caballo, la autenticidad del vestuario y la presentación global, aquello que los jueces denominan la “elegancia del conjunto”.

La Side Saddle Association, fundada en 1974, mantiene como misión preservar esta tradición, difundiendo la etiqueta, la correcta puesta en escena y la artesanía que históricamente se exigía a quienes montaban de esta forma.

Jane Pryor, presidenta de la asociación, destaca que el interés creciente por el Costume Concours d’Élégance se debe, en parte, al auge de las series de época como Downton Abbey o Bridgerton, que han devuelto a la cultura popular la moda y los estilos de otros siglos. Este fenómeno televisivo ha impulsado a muchas participantes a recrear, con esmero casi académico, vestuarios inspirados en pinturas y referencias históricas para garantizar su fidelidad.

Entre los nombres más reconocidos en la confección de estos trajes se encuentra Park Lady Equestrian Costumes, un taller cercano a Salisbury donde su fundadora, Alexandra, comenzó a coser tras ver a su madre montar a la amazona. Sus diseños parten de un riguroso estudio de retratos y grabados, y emplean tejidos tradicionales —como lanas o terciopelos— y técnicas de sastrería que respetan los métodos antiguos. Algunas piezas, como un hábito en tonos malva y rosa inspirado en la obra An Elegant Equestrian, se confeccionan en seda labrada para captar la luz de la pista con el mismo efecto que antaño.

La elaboración de cada atuendo puede llevar varios días, siguiendo procesos similares a los de un traje a medida: interlíneas de algodón para la estructura, botones trabajados individualmente y forros que aportan movilidad sin perder la estética histórica. Aunque los materiales hayan evolucionado, la filosofía que guía esta tradición permanece intacta.

Para las participantes, la elección del vestuario es una forma de expresión personal que también ha cautivado al público. Henrietta Barton, presidenta del comité del SSA, subraya que los espectadores disfrutan de la variedad de épocas representadas en cada edición y del carácter casi teatral de la prueba. El incremento de inscripciones y el resurgir del interés por la monta a la amazona confirman este renacer, impulsado además por la facilidad para compartir ideas y materiales a través de internet.

Fuente: FEI.