Beatriz Ferrer-Salat no solo es una de las grandes figuras de la Doma Clásica española. Detrás de las medallas, de las horas de trabajo y de la elegancia que muestra cada vez que pisa un cuadrilongo, hay una persona que está profundamente comprometida con los animales, la naturaleza y el planeta. Su vida y carrera están marcadas por un mismo hilo conductor: el respeto. Y ese respeto va mucho más allá del deporte.

Desde hace años, la amazona catalana colabora con distintas organizaciones que luchan por la defensa del medio ambiente y el bienestar animal. Entre ellas, WWF. Su trabajo en favor de la conservación de la naturaleza y la biodiversidad conecta directamente con los valores que Beatriz lleva por bandera.

WWF —World Wildlife Fund— es una de las organizaciones medioambientales más importantes del mundo. Nació en 1961 con una misión muy clara: lograr que las personas vivan en armonía con la naturaleza. Hoy está presente en más de cien países y cuenta con el apoyo de millones de personas que comparten un mismo objetivo: proteger el planeta que nos sostiene.

En España, WWF tiene una historia muy especial. Con Félix Rodríguez de la Fuente como vicepresidente en sus primeros años, la organización ayudó a cambiar la manera en la que entendemos la relación entre el ser humano y la naturaleza. Su trabajo fue importante para la creación de espacios naturales protegidos como Doñana y para que especies autóctonas, como el lince ibérico, tuvieran una segunda oportunidad.

Beatriz conoce bien esa labor y se siente muy identificada con ella. Desde hace más de una década adoptó un estilo de vida basado en el respeto hacia todos los seres vivos, apostando por el veganismo y por un consumo responsable. Para ella, el compromiso con los animales no se limita solo a los caballos: “Cuidar el planeta es cuidar de ellos, y también de nosotros mismos”, ha comentado en más de una ocasión.

El trabajo de WWF abarca desde la conservación de ecosistemas hasta la lucha contra el cambio climático. Sus proyectos van desde la protección de especies amenazadas hasta la promoción de prácticas sostenibles en sectores como la pesca, la agricultura o la energía. En España, han sido muy importantes para defender Doñana, proteger el lobo ibérico o luchar contra la contaminación por plásticos en nuestros mares.

La manera de actuar de la organización se resume en valentía, respeto, integridad y colaboración. No se trata solo de denunciar lo que está mal, sino de buscar soluciones, tender puentes y trabajar junto a las comunidades locales para generar estos cambios reales.

“El hombre debe amar y respetar la Tierra como ama y respeta a su propia madre”, decía Félix Rodríguez de la Fuente, y esa frase podría resumir perfectamente el pensamiento de Beatriz.

Con su apoyo a WWF, la amazona olímpica demuestra que la excelencia también se puede ejercer desde la conciencia, y que cuidar del planeta es una responsabilidad que todos compartimos.