La Copa Alemana U25 del Stiftung Deutscher Pferdesport y Holger Hetzel, Premio de Holger Hetzel, fue casi una fiesta familiar en Holstein — y no solo porque el ganador, Tjade Carstensen, siguió los pasos de su hermana mayor. ¡Una historia de familia y caballos!

“Duro, pero justo”, así describió el recorrido el seleccionador nacional, Otto Becker, que Frank Rothenberger había preparado para los finalistas de la Copa U25. Al final del día, solo dos pares lograron saltar sin derribar nada: Tjade Carstensen (20) con su yegua Gasira, de once años, y Hannes Ahlmann (24) con Coquetto. La tercera plaza fue para Johanna Beckmann (21) con Emelie van de Mirania Stam, que marcó el tiempo más rápido en el desempate, pero por desgracia, tocó una barra. Curiosidad: los tres son de Schleswig-Holstein y todos montaron caballos de línea holandesa o, en el caso de Johanna, un caballo Oldenburg de línea holsteinera. “Somos como hermanos y hermanas”, dijo el feliz ganador, que no se esperaba ganar en su primera vez en esta clase. ¡Qué alegría!

Tras cruzar la línea de meta sin faltas en 50.82 segundos, Tjade alabó a su yegua con tanta alegría y entusiasmo como si ya hubiera ganado la prueba. Pero él sabía que en realidad había dejado la puerta abierta para los siguientes en saltar. “Hice una vuelta segura. Quería salir de aquí con buen sabor de boca, luego, cuando Johanna fue tres segundos más rápida y Hannes todavía tenía que saltar, pensé que no iba a quedar en primer lugar en Aachen.”

Hannes Ahlmann, que ganó la clasificatoria de ayer, hizo 53.37 segundos con Coquetto y admitió: “Estaba medio dormido en el desempate. No encontré el ritmo correcto.” Y tampoco lo encontró en el resto del recorrido. Así que hoy se tuvo que conformar con la segunda plaza. Ya ha competido en las Soers tres veces, ha ganado la clasificatoria tres veces y ha participado en el desempate otras tres, pero todavía no ha conseguido la roseta dorada.

Hannes lo tomó con calma: “Quizá el año que viene.” Y es que la final de la Copa U25 en Aachen será aún más prestigiosa, porque se disputará durante el Mundial en la misma ciudad.

La cercanía a los mejores jinetes del mundo es una de las cosas que hace que la final en Aachen sea tan especial, coinciden los tres jinetes. Entre otras cosas, porque les da la oportunidad de aprender de los profesionales, como explicó Johanna Beckmann: “Desde que llegas hasta que te vas, en cuanto a técnica de monta y gestión, todo. Su valoración del fin de semana: “Estoy súper contenta con Emelie y conmigo misma. Ahora puedo analizarlo todo con calma, sin presión.”

El seleccionador nacional, Otto Becker, comentó que es una “bendición” para los jóvenes jinetes que el Aachen-Laurensberger Rennverein les dé la oportunidad de coger experiencia en un escenario así y bajo tanta presión, algo que no todos supieron gestionar hoy. La recomendación del entrenador: “Montar con más precisión.”

La jefa de deporte del CHIO Aachen, Birgit Rosenberg, se mostró encantada de que el ganador y los segundos clasificados sean un ejemplo para el concepto de Aachen de acompañar a los jóvenes en su camino hacia el alto rendimiento. “¡Es genial ver que están dando el siguiente paso hacia los Youngstars de Aachen!” “Tras esta clase tan exigente, sabemos que no hay de qué preocuparse por el futuro del Salto”, añadió.

El mejor ejemplo de cómo funciona este concepto es Richard Vogel — ganador de la final en 2021 por tercera vez, tercero en el Rolex Grand Prix en 2024 y miembro del equipo alemán en los Juegos Olímpicos.

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