Con la llegada de la primavera la localidad marroquí de Zniyed acoge el festival ecuestre más antiguo de África. Se trata de Mata Moussem, una fiesta con más de 400 años de antigüedad y considerado patrimonio inmaterial de la Humanidad por la Unesco, en la que cientos de jinetes compiten en una de las carreras más autenticas que jamás hayan visto.

Libertad, tradición y fuerza: todo por una muñeca de trapo

Para comprender el concepto de este multitudinario evento ecuestre debemos hacer todo un viaje al pasado. En las verdes praderas que rodean las colinas de Beni Arous cientos de jinetes y sus caballos bereberes galopan sin montura y en muchos de los casos hasta sin cabezadas, en una feroz carrera de cuento con un único objetivo: hacerse con el poder de una sencilla muñeca de trapo elaborada por las mujeres de las tribus locales que participan en el evento.

Una tradición con cuatro siglos de historia que en sus orígenes permitía al ganador el derecho de elegir esposa entre las jóvenes casaderas. Una fiesta que se ha modernizado y que ahora premia al ganador con premios en metálico, trigo y como no, con el orgullo de ser uno de los mejores jinetes en tierras marroquíes.

Zohra Sidki, la única amazona del norte de Marruecos

Zohra es una amazona de leyenda, se trata de la única mujer que se ha atrevido a competir en la salvaje carrera de Mata Moussem.

Todas las miradas se dirigen a ella, una amazona valiente que no sabe los años que tiene, que no sabe leer ni escribir, pero llena de fuerza y coraje. Cuando Zohra llega al festival internacional se olvida de que es la única amazona entre más de 200 jinetes.

Zhora es transgresora, pionera en la lucha por los derechos de las mujeres. La puerta que abre la oportunidad a otras candidatas que esperamos que muy pronto se sumen a esta ancestral fiesta ecuestre.

Su sueño: enseñar a montar a caballo a las niñas marroquíes. Su habilidad: dar carpetazo a las viejas costumbres del pasado para dar la bienvenida a la libertad de las mujeres de la región. Y todo con el apoyo inconmensurable de Nabila Baraka, presidenta de la Asociación Alamia Laaroussia, que trabaja por el desarrollo de las mujeres y de la agricultura en la región reuniendo ante la mirada del público a las mujeres que darán vida al símbolo. En esta tierra la existencia es dura.

Exotismo, cultura y diálogo

Los camellos coloridamente ataviados, los puestos de zumo de naranja y algodón dulce aromatizan la pradera y familias enteras disfrutan de la fiesta. La música, artesanía y gastronomía armonizan el ambiente. Para el director del Festival Internacional de Mata, Nabil Baraka, esta décimo primera edición supone el reconocimiento del patrimonio cultural y mundial del evento, un paso importante en la consolidación de este patrimonio único que cuenta cada año con el alto patronazgo de su Majestad el Rey Mohamed VI.

Nabil Baraka, director del Festival Mata Moussem

La carrera

Llega la tercera jornada del evento ecuestre. Cientos de miles de personas inundan cada rincón de la esplanada. Hay nervios, la tensión se respira en el ambiente. El cielo adopta un nuevo color: la ferocidad está servida. Los caballos resoplan, saben que tienen que dar lo mejor de sí, hay mucho en juego.

Se hace entrega de la muñeca al representante de Zniyed, nativo de la finca y poseedor por ello de tal honor, y al grito de “Mata” da comienzo un espectáculo sin precedentes. Cientos de jinetes y sus caballos despliegan sus alas en un galope vertiginoso que deja a los asistentes sin aliento.

Pronto, muy pronto, la cifra se reduce a unos pocos aguerridos competidores en batalla abierta por las colinas, abandonando las praderas y dejando fuera de juego al resto. Los gritos de la persecución se funden con el clamor de los miles de personas que reciben al jinete ganador ondeando victorioso su triunfo. No hay mayor orgullo que ser campeón en Mata.

Todos los pueblos del norte se vuelcan con la celebración. Son 3 días de leyenda, magia y tradición que rinde honores a los dones de esta maravillosa tierra.