Los comportamientos de dolor en el caballo incluyen signos clásicos de maldad, como botarse, o incluso sutiles irregularidades en el ritmo.

Una lista de comportamientos de dolor en caballos montados se convierte en una herramienta aceptada para comprenderlos.
Un ejemplo es Brio, que no iba particularmente montando. La yegua de 5 años trotaba y se flexionaba bien. Pero Hannah Knaebel sabía que algo no estaba bien.

“No pude obtener respuestas de los veterinarios sobre por qué se estaba comportando de esa manera”, recuerda Knaebel, quien ha estado en la industria de los caballos durante 30 años. Luego, en 2018, Knaebel se encontró con el etograma del dolor del caballo montado. Ella sabía que tenía razón. Brio sufría.

Sue Dyson, VetMB, PhD y otros investigadores informaron que cuando un caballo montado exhibe ocho o más de los 24 comportamientos del etograma, es muy probable que esté experimentando dolor musculoesquelético.

En otras palabras, es probable que el caballo esté cojo.

Brio exhibió 12 de los comportamientos, dice Knaebel. La posición de su cabeza era inestable. Daba patadas al galope, se movía en tres pistas… Finalmente, los bloqueos nerviosos y las radiografías revelaron patologías significativas (enfermedad o daño) en las rodillas de la yegua joven.

Dyson y un pequeño equipo de investigadores lanzaron el Etograma del dolor del caballo montado en 2017. Desde entonces, estudios adicionales han validado el etograma como una herramienta útil para identificar el dolor en los caballos montados y comprender el bajo rendimiento.

“Creo que es aceptado en todo el mundo”, dice Dyson, quien fue presidente de la Asociación Veterinaria Equina Británica y se especializa en ortopedia equina. “Nunca he tenido tanto interés en algo como esto”, dice sobre el etograma.

«El estudio confirma que con entrenamiento básico, los observadores veterinarios pueden usar el etograma de caballo con consistencia como una herramienta eficaz para ayudar a identificar el dolor musculoesquelético que podría reflejar cojera o dolor de espalda o sacroilíaco”, explica Dyson.

El etograma es un catálogo de expresiones faciales que incluye orejas, ojos, nariz, hocico, boca y posición de la cabeza, y que puede ayudarnos a detectar una expresión del caballo normal o con dolor, un comportamiento conflictivo o angustia. Muchas veces, los problemas y el dolor que sufren los caballos son difíciles de detectar en el momento, pero este método podría beneficiar a los animales gracias a una detección precoz de una posible patología.