En los últimos años, el saddle fitting ha experimentado una auténtica transformación. Plataformas de presión, sensores, cámaras 3D y sistemas digitales de medición prometen ofrecer datos precisos sobre cómo se reparte el peso o cómo se comporta la silla en movimiento.
Pero para Noelia, saddle fitter profesional y fundadora de Saddle Essence, la verdadera clave del ajuste perfecto no está en los gráficos, sino en la sensibilidad y la experiencia humana.
“La tecnología puede ser una gran aliada, sobre todo en investigación o en el ajuste de sillas en serie”, explica Noelia. “Pero un saddle fitting verdaderamente adecuado no depende de un sensor, sino de la comprensión profunda del caballo, de su anatomía, de su movimiento y, sobre todo, de su lenguaje corporal. El caballo habla, y para escucharlo hay que estar presente”.
La importancia del contacto directo
Durante una consulta, Noelia observa cada detalle: desde cómo el caballo se comporta cuando se le va a buscar hasta cómo reacciona al ser ensillado. “Todo comunica”, afirma. “Su mirada, su respiración, su tensión muscular, la relación con su jinete, la calidad de la montura actual… son señales que ningún dispositivo electrónico puede interpretar del todo. Cada gesto es una pista que me ayuda a entender qué necesita ese binomio en concreto”.
Por eso, para ella, el contacto físico es esencial. “Tomar medidas precisas, crear templates del dorso, observar cómo se mueve el caballo bajo la silla… son pasos que requieren tacto, sensibilidad y presencia. No puedo ajustar una montura solo a través de un vídeo o una foto. Necesito tocar al caballo, comprobar la estructura real de la silla y sentir cómo se equilibra el conjunto en movimiento”.
El riesgo del ajuste a distancia
En un mundo cada vez más digitalizado, muchas personas buscan soluciones rápidas y servicios a distancia. Sin embargo, Noelia se muestra firme en su postura:
“No realizo saddle fittings a distancia. Entiendo que los vídeos o las fotografías pueden dar una idea general, pero no son suficientes para garantizar el bienestar del caballo. Un ajuste correcto requiere mucho más que datos: requiere empatía, observación y una conexión real con el animal”.
La tecnología como herramienta, no como sustituto
Noelia no se opone al avance tecnológico, pero insiste en que debe utilizarse con criterio. “Los sensores y las plataformas de presión pueden aportar información interesante, especialmente en entornos de investigación o en la fabricación de sillas en serie. Pero siempre deben ser una herramienta complementaria, no un sustituto del criterio profesional. La tecnología no siente, y el bienestar del caballo se percibe con las manos, los ojos y la experiencia acumulada”.
Cuidar la esencia del binomio
En Saddle Essence, la filosofía es clara: cada ajuste debe buscar la armonía entre el caballo y el jinete.
“Más que una silla o un ajuste, lo que cuidamos es la esencia del binomio”, concluye Noelia.
“Cuando el caballo se siente cómodo y el jinete encuentra equilibrio, la comunicación fluye y el trabajo se convierte en un diálogo. Ese momento de conexión, imposible de medir con un sensor, es la verdadera razón por la que hago este trabajo”.
La realidad es clara, la tecnología puede ayudar, pero nunca podrá sustituir ni mejorar a un verdadero profesional.
Si quieres conocer más sobre el saddle fitting y conseguir una consulta personalizada, puedes contactar con Noelia a traves de su página web o redes sociales.

















0 comentarios