Los entrenamientos de cada disciplina ecuestre varían en función de cada una de ellas, así como de lo que se pretenda con ello. En este sentido, la hípica es un deporte complejo y aunque la base del trabajo siempre sea la relación entre jinete y caballo, cada disciplina requiere métodos particulares para el desarrollo de ejercicios o habilidades específicas.
Es decir, nunca se trabajará de la misma forma a un caballo que practica la Doma Clásica, que aquel que se centra en el Raid o en el Volteo.
Por esta razón, practicar tu disciplina favorita con un entrenador cualificado trae consigo beneficios en la medida en que conoce dónde incidir o qué ejercicios pueden resultar más beneficiosas para obtener los mejores resultados.
El entrenamiento ecuestre es, en esencia, un arte que equilibra técnica, paciencia y comprensión, por lo que debemos adaptar las sesiones a las características de cada disciplina no solo por la mejora del rendimiento, sino también para garantizar el bienestar y la felicidad del caballo, el verdadero compañero de este viaje.
-Redacción por Cristina Prado-
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