Apenas quedan dos meses para que se inauguren los Juegos Olímpicos de París, en las aguas del Sena el viernes 26 de julio. Los deportistas están ya en la cuenta atrás, poniendo su cuerpo a punto para la competición y preparando todo el material que necesitan llevar a las instalaciones parisinas.

La logística es relativamente sencilla para muchos equipos olímpicos, pero la cosa se complica cuando hablamos de nuestro deporte favorito: la equitación. Aquí no basta con meter en la maleta unas buenas botas, un casco y la ropa de competición. El caballo es una parte indisociable del binomio y es fundamental que llegue en un estado físico y mental óptimo para poder rendir al máximo en su disciplina. Por eso, su transporte debe hacerse en las mejores condiciones.

¿Cómo viajan los caballos hasta París? Por supuesto, la logística y su dificultad dependen del país de origen. Algunos caballos llegan por carretera en sus remolques y otros tienen que viajar en aviones destinados al transporte equino. Por lo general, la federación internacional pone a disposición de los equipos hípicos un servicio de transporte con diferentes opciones (por ejemplo, los deportistas pueden elegir entre cabina individual o doble para sus equinos), y se concretan una ubicación y un día para la recogida de los caballos.

En el caso de España, dada la cercanía geográfica del país organizador, esta vez el transporte no será tan laborioso como en Tokio 2020. Los jinetes y amazonas del equipo español llevarán a los caballos en sus propios vehículos.

También es importante tener en cuenta las fechas de apertura de los establos olímpicos, 2 o 3 días antes de la competición. El 24 de julio se abrirán las cuadras para la competición de completo, mientras que las cuadras para los concursos de doma y salto se abrirán el 26 y el 30 de julio, respectivamente.