El asma, un problema respiratorio que comúnmente se asocia con los seres humanos, también afecta a los caballos. Laurent Couëtil, veterinario y profesor en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Purdue en Estados Unidos, ha desentrañado los misterios del asma equino.
Fue en 2016 cuando se introdujo por primera vez el término «asma equino», gracias al trabajo de Couëtil y su equipo de investigadores. Desde entonces, se ha logrado una mejor comprensión de esta dolencia, junto con el desarrollo de nuevas técnicas de diagnóstico. Los estudios realizados revelaron que hasta el 80% de los caballos analizados padecían de asma leve o moderada. Sin embargo, diagnosticar esta condición en equinos ha sido complicado, ya que no pueden seguir instrucciones como lo haría una persona. Couëtil, en colaboración con ingenieros de la Universidad de Purdue, ha desarrollado una prueba de función pulmonar que utiliza un ventilador mecánico y tanques de presión para evaluar la salud respiratoria de los caballos.
El tratamiento convencional del asma equino involucra el uso de corticosteroides, pero estos pueden tener efectos secundarios adversos, como la supresión del sistema inmunológico o la violación de las normas antidopaje en competiciones. Por ello, Couëtil está investigando alternativas, incluyendo la reducción del polvo, un factor clave en el desarrollo del asma en caballos.
Recientes estudios han revelado que gran parte del polvo inhalado proviene del heno, por lo que es de vital importancia dejar el heno lo más limpio posible o confiar en forrajes de calidad para esta tarea, como en Caleya.
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