Todos los propietarios sabemos que cuando nuestro caballo se hace algún daño en el casco, conseguir mantenerlo lejos de todos los peligros y con el vendaje intacto es todo un reto. Mantener limpia y seca esta área parece una tarea monumental, especialmente porque vendar el casco correctamente no es sencillo y éstos tienden a soltarse, generando problemas más allá de la lesión inicial.
Si te enfrentas todos los días a vendajes deshechos y heridas que no curan por este motivo, estos consejos te ayudarán.
¿Cómo hacer el vendaje?
Si después de la visita del veterinario para evaluar la herida, éste prescribe envolver el casco y limitar el tiempo en el paddock mientras sana, cada vez que hagas las curas deberás volver a vendarlo igual.
Necesitarás:
1. Cinta adhesiva.
2. Tijeras.
3. Gasa estéril no adhesiva para cubrir la herida.
4. Gasa de algodón elástica.
5. Algo acolchado (algodón, etc).
6. Vendaje veterinario.
Sigue estos pasos:
– Limpia el casco. Asegúrate de que esté seco también.
– Aplica el producto que tu veterinario te haya recetado y coloca la gasa estéril sobre la herida y fíjala con gasa elástica.
– Pon el acolchado que hayas elegido dependiendo de lo que necesite tu caballo y envuelve el casco con el vendaje veterinario usando un patrón de ocho.
– Mientras tanto, prepara un cuadrado de cinta adhesiva en la pared, formando capas horizontales y verticales, como un entramado. Una vez lo tengas, pégalo al vendaje veterinario y asegúrate de dejarlo todo bien cubierto, de esta forma se volverá mucho más resistente.
– Si ves que has dejado pequeños huecos sin cubrir, tápalos con cuadraditos de cinta adhesiva.
No olvides que todos los vendajes generalmente se cambian cada 24 horas, y deben ser revisados periódicamente para asegurarte de que no estén sucios ni causen molestias al animal.
Con estos consejos, esperamos que la herida de tu caballo permanezca protegida hasta el día siguiente.
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