Es fácil confundir las manos suaves con las manos que no sostienen ni siguen un contacto, pero no son lo mismo. Aquí analizamos algunos problemas comunes y cómo se pueden corregir.

1. Tus manos rebotan arriba y abajo

Esto suele ser, pero no siempre, por falta de suavidad en los codos. Da unos cuantos trancos al trote sentado. ¿Tus manos están más quietas? ¿Qué pasa con el trote levantado versus el galope?

Si encuentras que el trote levantado es cuando tus manos se mueven más, lo más probable es que el culpable sea tu codo, no tu mano. Esto no significa que tus manos estarán perfectamente quietas en los otros aires, ¡solo que el problema es más notorio en el trote levantado!

PRUEBA ESTO: para tener una idea de cuánto necesita tu codo para abrirse y cerrarse, pasa un cierrabocas a través de las anillas en D de tu montura para hacer un lazo, luego sujételo y monta. Concéntrate en la sensación de «bisagra» que hace tu codo a cada tranco y cómo el codo absorbe el movimiento del caballo.

2. Siempre tienes que recoger las riendas

Esta es una señal segura de que tus dedos no están correctamente cerrados sobre las riendas. Es particularmente común en jinetes que están en un caballo más perezoso y que sin darse cuenta sueltan el contacto en la boca para que el caballo avance más. También es común en los jinetes que tienen miedo de tirar demasiado, por lo que se equivocan por precaución y dejan las riendas demasiado tiempo y no sostienen un contacto.

El problema de cambiar constantemente la longitud de las riendas es que no le da a su caballo nada consistente sobre lo que trabajar, por lo que, si bien puedes sentir que estás siendo «amable», ¡es más probable que estés causando confusión!

PRUEBA ESTO: intenta colocar cinta aislante de color alrededor de la parte de la rienda que debes sujetar. Esto te dará un recordatorio visual para que no dejes que las riendas se te escapen de las manos. Si esto no funciona, también puedes envolver una o dos gomas elásticas alrededor de la rienda en el lugar correcto, ya que la sentirás instantáneamente cuando se deslice entre tus dedos, lo que debería ser suficiente para cerrar rápidamente los dedos antes de que se escapen.

3. Tiras de las riendas

Tirar de las riendas hacia atrás puede ser tan obvio como que alguien pise el freno para parar a un caballo fuerte o tan sutil como un jinete que galopa ‘con el freno de mano’ puesto, sin permitir que el caballo busque el contacto por completo, sino más bien sujetando el freno.

Si bien a menudo se ve en aquellos jinetes que montan un caballo muy fuerte o cuesta abajo, o en aquellos que anticipan que un caballo se portará mal, incluso los jinetes muy competentes en caballos relajados y bien domados pueden ser culpables de ‘pensar al revés’ con la mano.

Tu contacto debe ser una guía. Piensa en la forma en que cogerías la mano de un niño pequeño mientras lo llevas por la calle. Esta es la combinación de suavidad y firmeza que deseas. Ahora, piensa en empujar un carrito de la compra. Tus manos permanecen frente a ti a medida que aumentas la velocidad (caminando hacia adelante).

Si subconscientemente tiraras hacia atrás mientras tratas de caminar por el súper, ¡sería muy difícil para ti! Si deseas pararte, no tiras bruscamente el carro hacia atrás, ya que chocaría contra tus pies y/o la parte superior del cuerpo y probablemente, de todos modos, no detendrías el movimiento de manera efectiva.

4. Levantas las muñecas

Aaah, el último problema importante de nuestra lista es uno de esos defectos de posición que muchos jinetes pasan por alto, pero mantener las muñecas rectas es fundamental para establecer una buena conexión con la boca de tu caballo. Una buena alineación de la muñeca es lo que le permite transmitir esas pequeñas señales a tu caballo a través de tus dedos.

Mantener los pulgares hacia arriba y las muñecas rectas te permite mantener una línea recta desde el codo hasta la boca.

MANOS DE PIANO: Si tienes «manos de piano», entonces puedes sostener una fusta debajo de tus pulgares, lo que te impedirá girar las manos. También es más difícil girar las manos hacia abajo si los codos están contra el cuerpo, así que manténlos relajados.

MANOS HACIA DENTRO: si giras las manos hacia ti (es decir, flexionas las muñecas hacia afuera), entonces una férula improvisada para la muñeca podría ayudar. Si es un hábito que se ha formado porque tu caballo es fuerte o inflexible, recuerda que romper la línea solo rompe el contacto y no te ayudará. En su lugar, enséñale al caballo a ceder su caja torácica y su mandíbula a una ligera presión.

MUÑECAS ARRIBA: Si levantas las muñecas hacia arriba (cerrando el ángulo entre el pulgar y el antebrazo), asegúrate de que las riendas no sean demasiado largas. Esta puede ser una reacción natural a no sentir la boca porque las riendas no están lo suficientemente cortas, por lo que la muñeca se dobla para tratar de tomar un poco más de contacto.