Soers Sunday ofreció una atracción muy especial: el primer espectáculo internacional de conducción tradicional en el CHIO de Aachen. La conclusión tras el estreno: ¡Más, por favor!
22 equipos de caballos, 13 razas diferentes, carruajes poco comunes, trajes preciosos: el primer espectáculo internacional de conducción tradicional en el CHIO de Aachen tuvo mucho que ofrecer. Si en otras ocasiones los mejores conductores del mundo luchaban por un puesto en el preciado Tablón de Ganadores del CHIO de Aachen, aunque también se trataba del tiempo y la destreza en el Soers Sunday, ayer la prioridad recaía en la mejor presentación posible.
No había asientos libres ni gradas vacías. Todo el mundo quería ver los magníficos carruajes. Los asistentes pudieron disfrutar de algunas razas de caballos espectaculares, como los Fjord de Noruega y Barb del norte de África, junto a los caballos de carruaje tradicionales, como los frisones, los caballos de tiro holandeses y, por supuesto, los pesados warmblood alemanes.
Se presentaron en diferentes tipos de arneses y composiciones, como equipos de un caballo, dos caballos y cuatro caballos con diferentes carruajes, en algunos casos verdaderas rarezas – Phaetons, Landauers, Dogcarts.
Los carruajes debían atravesar una serie de obstáculos sin golpear las bolas. Pero también se exigían muchas otras tareas: tocar una campana con el látigo, conducir un círculo con una sola mano, etc. Todo ello en el menor tiempo posible.
Marie Tischer llegó a la meta en el tiempo más rápido, 212,94 segundos, con su caballo castrado Fortino, de raza Brandemburgo. Alexander Berghof llegó segundo con su poni castrado, Silvio Skjoeldson, (230,64), seguido de un equipo de dos caballos: Vanaro P y Gesira P conducidos por Bernhard Rudolph (236,26).

















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