Hoy, 15 de diciembre, se cumplen 15 años desde la partida de Alejandro Zambrano, más conocido como «Alito», padre de Churrita Zambrano. La amazona ha querido rendirle un sentido homenaje a través de sus redes sociales. En un mensaje conmovedor, recordó la influencia de su padre, un destacado jinete que fue su guía en el mundo de la equitación.
«Hoy, día 15 de diciembre, hace 15 años que te fuiste. Tu gran pasión te dio el salto más grande de tu vida: ‘Salto al Cielo’. Desde pequeñita me subiste a un gran caballo, me enseñaste, me guiaste, me transmitiste. Logramos muchos triunfos juntos y ahora siempre pienso si, desde donde estés, me estás viendo. Espero que estés orgulloso de que este año haya sido por segunda vez seleccionada por la Real Federación Hípica Española, algo que, con el esfuerzo de todo un año y obteniendo muy buenos resultados, conseguí.»
El legado del padre de Churrita es incuestionable. Alejandro Zambrano fue jinete preolímpico en los Juegos de Moscú 1980 y Los Ángeles 1984, y miembro del Equipo Español de Saltos entre 1978 y 1984. Logró títulos como Campeón de España de productos nacionales (1980, 1981, 1982, 1983) y Campeón de España Absoluto en 1983.
Sus triunfos se extendieron por el ámbito internacional, destacando en competiciones como el Gran Premio de la CSI de Barcelona (1980), la Copa de S.A.R. la Condesa de Barcelona en Lisboa (1980) y el Gran Premio Villa de Madrid (1983). Además, estableció un impresionante récord al superar los 2’25 metros en la prueba de potencia del CSI de Dinard (Francia).
Con esta notable trayectoria, Alejandro Zambrano fue un referente no solo para Churrita, sino también para el mundo de la equitación española. Ella concluyó su homenaje reafirmando su compromiso con su carrera: “Seguiré galopando. ❤️❤️❤️ T.Q.M PAPI ❤️❤️❤️”.
Churrita Zambrano continúa dejando huella en el mundo ecuestre dentro de la categoría de Veteranos, demostrando que su pasión y dedicación siguen más vivas que nunca.
En Chacco Marketing recordamos a Zambrano en su última etapa, como entrenador de Virginia Graells. Trabajando un caballo suyo en el picadero del Real Club de Polo de Barcelona tuvo el accidente que le costó la vida. Murió haciendo lo que más 9disfrutaba.
Sus hijas y su sobrino Álvaro mantienen vivo su legado en el RC de Polo de Barcelona.
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