El reciente sacrificio de ‘Pomo’, el caballo estandarte de la Unidad de Caballería de la Policía Nacional en Sevilla, ha desatado una profunda controversia y ha motivado una investigación por parte del sindicato Justicia Policial (Jupol). El equino sufrió una grave lesión en una de sus extremidades mientras prestaba servicio el 4 de septiembre de 2024.
Según Jupol, la primera radiografía para evaluar la magnitud de la lesión se realizó cinco días después del incidente, a pesar de la gravedad evidente de la herida, que dejaba al descubierto huesos y tendones.
Los servicios veterinarios de la Dirección General de la Policía (DGP) propusieron la eutanasia como única solución, argumentando que ‘Pomo’ no podría continuar con sus labores policiales. Sin embargo, veterinarios externos ofrecieron alternativas quirúrgicas que podrían haber permitido al caballo llevar una vida digna tras su recuperación. Además, personas ajenas a la DGP se ofrecieron a asumir los costos de la cirugía y rehabilitación, pero estas propuestas fueron desestimadas. ‘Pomo’ permaneció en su box durante 23 días, apoyándose únicamente en tres de sus extremidades, lo que le causó una sobrecarga en las patas sanas y deterioró su bienestar general.
Finalmente, ‘Pomo’ fue trasladado al Hospital Veterinario de la Universidad Alfonso X El Sabio en Madrid, donde fue sometido a una intervención quirúrgica. Inicialmente, la recuperación fue favorable y el caballo comenzó a apoyar la extremidad lesionada. No obstante, 18 días después de la operación, surgió una complicación: una infosura en la extremidad opuesta, atribuida a la sobrecarga sufrida en las semanas anteriores. Aunque la fractura original permanecía estable, el informe veterinario señaló un pronóstico desfavorable, lo que llevó a la decisión de practicar la eutanasia para evitar el sufrimiento del animal.
Jupol ha expresado su preocupación por el trato que recibió ‘Pomo’, subrayando que los animales de las unidades policiales deben ser considerados seres sintientes y recibir un trato ético y profesional, en línea con los valores de la Policía Nacional. El sindicato cuestiona que se haya optado por el sacrificio basándose en la funcionalidad o incapacidad temporal del animal, sin agotar todas las alternativas posibles para su recuperación o garantizarle una jubilación digna. Los servicios jurídicos de Jupol están evaluando el caso para determinar si procede exigir responsabilidades a la DGP por un posible delito de maltrato animal.
-Redacción por Cristina Prado-
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