Un equipo internacional de investigadores franceses del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) ha identificado una mutación en el gen ZFPM1 como el factor decisivo que hizo posible la domesticación de los caballos para la monta.
Este hallazgo, difundido por la agencia EFE, sugiere que la alteración genética favoreció un comportamiento más dócil y cooperativo en los équidos, lo que facilitó la relación con los seres humanos en las primeras etapas de su domesticación.
Los científicos explican que la mutación influyó en la capacidad de los caballos para aceptar la presencia de jinetes y responder de manera menos agresiva a las órdenes. Sin este cambio en su carácter, sostienen los expertos, habría sido prácticamente imposible utilizarlos como medio de transporte, en labores agrícolas o en actividades bélicas.
La investigación apunta, además, que esta característica fue transmitida y consolidada a lo largo de generaciones, convirtiéndose en un rasgo esencial en la evolución de la especie.
El estudio también resalta la trascendencia cultural de este proceso. La docilidad adquirida gracias a la mutación del ZFPM1 transformó la historia de las civilizaciones, ya que el caballo pasó de ser un animal salvaje a un aliado indispensable en la expansión de territorios, el comercio y el desarrollo social.

















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