El Salto internacional se prepara para un cambio de ciclo. La Federación Ecuestre Internacional (FEI) ha aprobado una reforma profunda de su reglamento de Salto que entrará en vigor el 1 de enero de 2026 y que, según la organización, supone la revisión más amplia de la normativa en años. La medida fue avalada con un 96 % de votos favorables durante la Asamblea General celebrada en noviembre de 2025, un respaldo que confirma que el organismo busca un marco más claro, coherente y actualizado que responda a las exigencias actuales del deporte.
Uno de los ejes centrales de la reforma es la reestructuración de la conocida “blood rule”. El nuevo Artículo 259 establece que, si se detecta sangre en un caballo durante una prueba, será necesario someterlo de inmediato a una evaluación de “aptitud para competir” por parte del jurado y del delegado veterinario. Esta revisión desaparece la categoría de “sangre menor”, que durante años generó debates por su ambigüedad, y aspira a un sistema más transparente y objetivo. Además, todas las advertencias registradas quedarán publicadas por la FEI y las federaciones nacionales recibirán un informe automático para garantizar la trazabilidad de cada caso.
Las modificaciones introducidas no se limitan al aspecto disciplinario. La FEI también ha redefinido el papel de los oficiales con el objetivo de evitar interpretaciones inconsistentes de la normativa, ha actualizado los protocolos aplicables en situaciones de caída y ha revisado las condiciones bajo las cuales se considera asistencia no autorizada, especialmente en relación con el uso y manipulación de chalecos de seguridad y airbags. Paralelamente, la estructura de las competiciones también se verá alterada: algunas modalidades especiales podrían desaparecer del programa oficial, mientras que otras se reordenarán para adaptarse al nuevo marco técnico. Del mismo modo, se han ajustado los requisitos de participación, incluidos los criterios que regulan la combinación jinete-caballo y las condiciones de clasificación para determinadas categorías de pruebas.
Para muchos deportistas y organizadores, estos cambios abren una nueva etapa en la que el cumplimiento normativo exigirá una adaptación inmediata. En países como España, donde el calendario internacional está en continua expansión, la reforma podría suponer ajustes en la planificación de concursos, en la formación de oficiales y en la preparación de caballos que compiten en pruebas FEI. Aunque el objetivo declarado por la federación es mejorar la claridad regulatoria, aumentar la consistencia en las decisiones y reforzar la seguridad, su implementación requerirá un periodo de transición en el que todos los actores deberán familiarizarse con el nuevo reglamento.
La FEI sostiene que esta reforma integral es un paso necesario para modernizar el deporte y reducir zonas grises que durante años generaron interpretaciones contradictorias. El tiempo dirá si los cambios logran la uniformidad y fluidez que la organización persigue o si, por el contrario, surgirán nuevos debates en torno a su aplicación práctica en los distintos circuitos internacionales.
La FEI aprueba la modificación del «blood rule» en Salto de Obstáculos

















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