¿Quién no ha escuchado el comentario de «es que el caballo lo hace todo»?
Uno de los mayores mitos en la equitación es creer que el caballo hace todo el trabajo y que el jinete solo se sienta y disfruta del paseo, el entrenamiento o la competición.
Esta idea, común entre quienes nunca han montado, refleja un gran desconocimiento sobre la técnica y el esfuerzo que requiere este deporte.
La equitación es mucho más que simplemente ir encima del caballo; implica control del equilibrio, coordinación de las ayudas, comprensión del movimiento del animal y una comunicación precisa y sutil.
Un buen jinete es aquel que consigue que el caballo se mueva de forma equilibrada, fluida y armoniosa, algo que solo se logra con práctica y aprendizaje continuo. Cuando esto sucede, puede dar la impresión de que «el caballo lo hace solo», aunque no sea así.
Por eso, menospreciar el papel del jinete es un error que refleja una falta de comprensión sobre la exigencia física y mental de este deporte.
¿A ti qué es lo que te han llegado a decir por hacer hípica?
-Redacción por Cristina Prado-
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