Una amazona que no podía pagar 30.000€ por los establos de sus sueños, los construyó ella misma, con palets desmontados.

Clara Fingerhut ha desmontado más de 250 palets y ha clavado más de 10.000 tornillos, y ahora tiene algo único y funcional, que es una obra de arte.

“Estaba buscando establos cubiertos antes de mudarme”, dijo. “La idea era gastar en los elegantes que siempre he querido. Pero había tantas otras cosas que necesitaban hacerse; todos los prados, un camino hacia el granero… el gasto se estaba volviendo cada vez más elevado y me di cuenta de que no podía pagar las cuadras”.

El primer pensamiento de Clara fue poner algo ella que sirviera y pudiera ser reemplazado en el futuro por los que realmente quería. «¡Pero creo que prefiero lo que tengo!» dijo.

Clara, que siempre ha amado el bricolaje pero nunca había hecho nada parecido, aún no ha podido trabajar, ya que vive en Francia por su nacionalidad, por lo que ha tenido tiempo de convertirse, temporalmente, en albañil.

Ella limpió el granero al que se ha mudado, que estaba “lleno de cosas viejas”, y contrató a un profesional para nivelar el suelo, agregar piedras para el drenaje y colocar una estera de goma encima.

Luego se fue a la caza de palets.

“Afortunadamente, me hice amiga del tipo que hizo el trabajo y él es un jardinero paisajista que hace todo tipo de otras cosas y siempre recibe palets”, dijo. “Obtuve mucho de él, de otras personas y de una tienda local de bricolaje.

“El primero me llevó dos horas y media desarmarlo. Estaba decidida, pero pensé: «¿Cómo diablos voy a poder hacerlo todo?» Pero descubrí que ese es el tipo más difícil; los otros no fueron fáciles pero fueron mejor. No era realmente una experta en palets, ¡pero ahora lo soy!”

Clara separó cada palet en sus componentes de tablones delgados, que luego atornilló a 2×4. Todo fue cortado a medida, para hacer los tabiques, las paredes delantera y trasera, e incluso las puertas y una ventana.

La ventana resultó problemática; ella quería una forma de diamante para que no lo mordieran, pero no tuvo éxito, por lo que encontró una empresa que dobla láminas de metal y lo hizo para la ventana y las puertas.

El resultado, tras semanas de trabajo, son dos cuadras completas, una de 5x5m, otra de 4x5m con ventana, y dos más que están en proceso. Y ahora que sus yeguas Gertie y Tallulah están instaladas y felices, ella está trabajando en el trastero. Este tiene un techo más sustancial para ser utilizado para el almacenamiento, pero también es una creación basada en palets.

“Estaba muy orgullosa de mi trabajo, no solo porque había construido mis propios establos sólidos para mis caballos, sino porque también resultaron ser una obra de arte”. Dijo Clara.

“Mis caballos tienen sus propios colores y el de Tallulah es rosa, así que estaba planeando pintarlo de un rosa suave pero me gustan los diferentes colores de las tablas; se ve muy rústico y acogedor, y me encanta su apariencia.»

“Lloré cuando subí los caballos por primera vez. Siempre he estado en el patio de otra persona, pero esto era mío y podía hacer lo que quisiera. Tallulah tiene 27 años, bendita sea, y le gustan las comodidades, y estaba tan feliz de entrar en su enorme establo… Cuando se puso el techo en el guadarnés, me senté allí durante horas, solo mirando las cuadras”.

Clara agregó que aunque no se habría sentido decepcionada si hubiera podido poner los establos de sus sueños originales, está encantada con lo que tiene, por el hecho de que lo haya construido ella con sus propias manos.

“Tiene su propia personalidad”, dijo.

“No soy rica, ni soy elegante, ni siquiera he tenido un caballo propio al 100%. Solo soy una moza de cuadra que quería la mejor vida posible para sus caballos e hizo todo lo posible para que eso sucediera. Espero que inspire a las personas a seguir sus sueños sin necesidad de arruinarse”.