Las diferentes razas equinas a menudo nos llevan a cuestionarnos de dónde provienen, cómo han evolucionado, cómo era su vida antes, etc. La zooarqueología es una disciplina que nos permite sumergirnos en la historia y comprender cómo se criaban, mantenían y vivían los caballos en tiempos pasados.
¿Qué es la Zooarqueología?
La zooarqueología es la investigación de los restos de fauna, los animales, encontrados en contextos arqueológicos. También conocida como arqueozoología, análisis faunístico o arqueofauna, esta ciencia se enfoca especialmente en el desarrollo de los animales después de su domesticación por parte de los humanos, ya sea para labores agrícolas, transporte o como compañeros en la vida cotidiana.
Esta rama de estudio abarca diversas disciplinas que se entrecruzan:
– Arqueología
– Antropología
– Paleontología
– Ecología
– Geografía
– Agricultura y ganadería
– Medicina veterinaria
– Genética
– Enfermedades infecciosas
Al comprender la vida animal pasada, los científicos no solo adquieren conocimientos sobre la cotidianidad de las sociedades humanas a lo largo de la historia, sino también sobre los cambios en el entorno del planeta. En el caso particular de los caballos, se investiga su participación en actividades deportivas y su relación con los humanos. Los zooarqueólogos se plantean interrogantes clave sobre estos animales:
– ¿Fueron domesticados?
– ¿Se utilizaban para transporte, trabajo o deporte?
– ¿Cuál era su dieta?
– ¿Cómo eran cuidados y tratados?
– ¿Qué tipo de vínculo tenían con los humanos?
– ¿Cuál era su papel en la cultura local?
– ¿Cuál es su composición genética?
Esta investigación proporciona información sobre el desarrollo de las diversas razas de caballos y cómo preservar las pocas que aún viven en estado salvaje.
Evidencias y métodos empleados por los zooarqueólogos
En los yacimientos arqueológicos, los zooarqueólogos encuentran una gama variada de evidencias que les brindan información sobre la historia de los caballos. Aunque los tejidos blandos rara vez se preservan, huesos, cabellos, desechos, herramientas, equipamiento ecuestre, arte y símbolos religiosos ofrecen datos biológicos y contexto sociocultural.
El análisis cuidadoso de pequeñas muestras de ADN en laboratorio puede revelar el posible origen de diferentes razas equinas. Esta información es crucial no solo para rastrear la genealogía de distintas razas, sino también para comprender rutas de viaje, comercio, exploración y conflictos bélicos en los que se utilizaron estos animales. El ADN también ayuda a reconstruir cambios climáticos y ecológicos que podrían haber influido en la migración de animales a nuevos territorios. Los cambios de entorno impactaron la morfología y proporciones de los caballos, lo que a su vez influía en su subsistencia y dieta.
La tanatocronología, que estudia el proceso de descomposición y fosilización de los animales, es esencial para datar restos de caballos encontrados en yacimientos arqueológicos. El entierro formal es otro aspecto relevante; en muchas culturas, los caballos eran enterrados con seres humanos o con artefactos que reflejaban su importancia en la sociedad.
Fuente: FEI.org
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