La laminitis, en su forma más simple, es la inflamación de las capas sensibles permanente a las láminas. Las láminas son «hojas» de tejido especializadas entretejidas que suspenden el hueso del pedal dentro del casco. En casos muy leves, el tratamiento adecuado resolverá el problema sin efectos duraderos. Si
la inflamación es más severa y progresiva, las láminas sensibles pueden perder su suministro de sangre, lo que resulta en una pérdida de soporte entre el hueso del pedal y la pared córnea del casco. Esto puede conducir a la separación del hueso del pedal del casco con rotación y/o hundimiento del hueso dentro del casco. En casos severos puede seguir la penetración de la suela por la punta del hueso del pie, con consecuencias fatales.
Síntomas:
La laminitis se caracteriza por cojera que afecta a uno o más pies y que a menudo aparece rápidamente. La mayoría de las veces, ambas patas delanteras (manos) se ven afectadas, pero las patas traseras (pies) también pueden verse afectadas. Ocasionalmente, la laminitis ocurre en un solo pie, a menudo como resultado de una carga excesiva debido a una cojera severa de la pata opuesta. Los caballos afectados muestran un andar característico aterrizando primero con el talón. La condición es mucho peor cuando se le pide que camine sobre una superficie firme o cuando gira. Cuando descansan, a menudo cambian de peso y se paran con las extremidades traseras colocadas más debajo del cuerpo. El examen físico generalmente identifica un aumento del pulso digital y, a menudo (pero no siempre), el pie se siente caliente.
Diagnóstico de laminitis:
El diagnóstico a menudo se realiza sobre la base de los hallazgos anteriores en el examen clínico, pero es posible que se necesiten radiografías para formular un protocolo de tratamiento y un pronóstico. Estas radiografías a menudo se pueden tomar en el patio con una unidad portátil para minimizar el estrés de su caballo.