Hubo unos minutos dramáticos en el Palexpo Arena en el concurso CHI Ginebra el pasado sábado por la noche, después de un incidente que involucró al jinete irlandés Conor Swail y al brillante castrado Vital Chance De La Roque.

La pareja había completado una ronda abrasadora en la clase de 5* y se había disparado sobre el oxer final cuando el caballo castrado de 13 años decidió celebrarlo, como siempre hace al final.

Luego hubo un grito ahogado colectivo de las gradas repletas cuando se desarrolló la peor pesadilla de cada jinete: la brida salió de la cabeza del caballo. Como Conor le explicó,  “estaba adelante en la silla, galopando hasta el final, así que esta vez, cuando se botó, me tiró al cuello.

“Estaba empujándome hacia atrás para tratar de volver a subirme a la silla de montar, pero fue cuando de repente levantó la cabeza y empujé la brida de inmediato”, dijo el irlandés residente en EE. UU., actualmente en el puesto número cinco del mundo.

“Luego, sin la brida, simplemente comenzó a correr, y casi me caigo por un lago, pero afortunadamente la esquina estaba justo frente a nosotros y él, girando hacia la izquierda, me ayudó a volver a levantarme”.

Vital De La Roque, que por lo general compite descalzo, luego galopó por la pista con Conor perfectamente equilibrado en la silla, pero con la brida colgando de una mano y sin medios de control.

Al comentar cómo logró mantener la calma en lo que podría haber sido un incidente aterrador, el irlandés dijo: «Normalmente es tranquilo, así que no me preocupó que se volviera demasiado loco, pero seguimos corriendo mucho más tiempo de lo que esperaba, pensaba que se iba a parar antes”.

Vital De La Roque finalmente se detuvo y permaneció muy tranquilo mientras le volvían a colocar la brida, para alivio de todos los involucrados.

A pesar de las dramáticas consecuencias, el recorrido del binomio fue lo suficientemente bueno para terminar en cuarto lugar.

“Saltó increíble”, dijo Conor, cuyo compañero de equipo, Shane Sweetnam, se adjudicó la victoria con Alejandro.