Hablar de saddle fitting con Noelia Ruiz es hablar de observación y mucho respeto por el caballo. Ella es la persona detrás de Saddle Essence, un proyecto que ha logrado hacerse un nombre gracias a una visión muy clara: cada caballo y cada jinete merecen un ajuste que les permita trabajar en equilibrio, sin tensiones y con total libertad de movimiento.

En este artículo, Noelia desgrana cómo entiende su trabajo y por qué el fitting es mucho más que elegir una silla que “quede bien”.

La biomecánica como punto de partida

Para Noelia, la biomecánica es la base de todo.

“Entender cómo se mueven el caballo y el jinete nos permite adaptar la montura para que ambos trabajen en equilibrio”, explica. La silla debe permitir que el dorso del caballo se eleve y flexione sin impedimentos, y al mismo tiempo ayudar a que el jinete mantenga una postura estable y centrada.

Cuando esa armonía se consigue, dice, el movimiento del binomio cambia por completo: “Hay más fluidez, más comodidad… se nota en la expresión del caballo y en la relajación del jinete”.

No hay dos caballos iguales… ni dos disciplinas

Uno de los puntos importantes del trabajo que realiza Saddle Essence es comprender que no existe una solución universal.

“Cada caballo es un mundo. La musculatura, la longitud del dorso, la inserción del cuello, la amplitud del paso… todo influye en la montura ideal”, comenta.

Y lo mismo ocurre con las disciplinas: no busca el mismo tipo de montura un caballo de Salto con mucha proyección en el aire que un ejemplar de Doma Clásica con gran capacidad de reunión. “Por eso insisto tanto en que cada ajuste es único para cada binomio”.

El jinete también pesa —en todos los sentidos—

Noelia lo tiene clarísimo: el jinete es el 50 % del fitting.

La postura, la estabilidad, la simetría corporal o incluso la longitud de pierna influyen directamente en cómo se distribuye el peso sobre el caballo. “Ajustar una silla no es solo adaptarla al dorso del caballo; también al cuerpo y a las necesidades del jinete. Tiene que haber un punto medio donde ambos se sientan equilibrados”.

Para ella la educación del jinete es muy importante. Un jinete informado puede detectar señales antes de que el problema crezca: una montura que se desplaza, un punto de presión, un cambio de actitud del caballo… “Son detalles pequeños que marcan una diferencia enorme”.

Pads y correctores: aliados, sí, pero no milagros

Noelia es muy clara respecto a estos accesorios:

“Pueden ayudar en momentos puntuales, por ligeras asimetrías o cambios en la musculatura, pero nunca deben ser una solución permanente. Si la silla no está bien desde la base, ningún pad va a corregir el problema”.

Así es una sesión con Saddle Essence

Una sesión típica con Noelia dura entre hora y media y dos horas. Y el ritmo lo marca el caballo.

Empieza con una entrevista al jinete y una revisión del caballo en reposo: conformación, musculatura, estado del dorso… Después pasa a observarlo en movimiento y a evaluar la montura actual.

A partir de ahí llega la parte práctica: probar distintas opciones, ver cómo responde el caballo y qué sensaciones tiene el jinete.

“El proceso es tranquilo y muy respetuoso. Lo importante es que el caballo se exprese y que el jinete pueda sentir lo que cambia”.

Cuando le preguntamos qué es lo que más le inspira, Noelia sonríe.

“Ver cómo cambia la expresión del caballo cuando se puede mover libre y cómodo… Ese momento lo compensa todo. Es como si recuperaran la confianza”.

Esa transformación es el motor de Saddle Essence.

Saddle fitting en escuelas hípicas

Ajustar monturas en escuelas es probablemente el mayor desafío, ya que un mismo material debe servir para caballos con conformaciones distintas y para jinetes de todos los niveles.

Aun así, Noelia asegura que se pueden mejorar muchas cosas.

“Lo primero es evaluar a los caballos y buscar monturas que se adapten al rango medio de sus estructuras dorsales. No será la silla perfecta para cada uno, pero sí una opción respetuosa”.

A esto se suma la observación diaria del equipo, detectar señales de incomodidad, revisar el estado del dorso y mantener el material en buen estado.

Cuando no hay silla ideal para cada caballo

Noelia lo resume en una palabra: prevención.

Revisiones periódicas, alternar monturas entre caballos de conformación similar, ajustar bastes, comprobar que la montura no se ha deformado…

Y, sobre todo, formación. “Con un poco de conocimiento básico —cómo colocar la montura, cómo identificar puntos de presión— se evitan muchos problemas”.

Beneficios reales para las escuelas

Más allá del bienestar físico, el saddle fitting influye directamente en la calidad del aprendizaje.

Un caballo cómodo es un caballo más estable, más dispuesto y más seguro para los alumnos. Y también supone menos lesiones, menos rotaciones de material y una mayor longevidad del equipo y de los propios caballos.

“No se trata de tener la silla perfecta para cada ejemplar”, concluye Noelia. “Se trata de tener una mentalidad de cuidado consciente. Cuando el bienestar es la prioridad, todo mejora: los caballos, los jinetes y la enseñanza”.

Para más información: https://saddleessence.com/