La equitación es mucho más que saber utilizar adecuadamente las riendas y los estribos para que el caballo obedezca a las indicaciones. El diálogo entre jinete y caballo trasciende lo puramente físico. Una comunicación efectiva se basa en la comprensión del lenguaje equino y el uso adecuado de ayudas, tanto naturales como artificiales.
El lenguaje natural del jinete: la base de la conexión
La comunicación natural se basa en la sensibilidad y la armonía entre el cuerpo del jinete y el del caballo. Se trata de un lenguaje sutil en el que el peso, las piernas, las manos y la voz actúan en conjunto para transmitir órdenes.
- Manos: Las manos del jinete son la principal conexión con la boca del caballo a través de las riendas. El uso suave y preciso de ellas permite transmitir indicaciones claras sin generar tensión ni dolor.
- Piernas: La presión de las piernas sobre el caballo indica la dirección, la velocidad y el impulso hacia adelante. Como ocurre con las manos, la sensibilidad varía entre caballos, por lo que se debe actuar con cuidado.
- Peso del cuerpo: El peso del cuerpo del jinete influye directamente en el equilibrio del caballo. Un correcto reparto del peso facilita los movimientos y ayuda al caballo a anticipar las órdenes. Un desplazamiento sutil del peso puede indicar un giro, un cambio de ritmo o una parada.
- Voz: La voz es una herramienta poderosa para reforzar las indicaciones físicas, con ella puedes calmar al caballo en momentos de tensión o premiar un buen comportamiento. Un tono suave y tranquilizador transmite confianza, mientras que un tono más firme puede indicar una orden.
Las ayudas artificiales: un complemento preciso
- Las ayudas artificiales, como la fusta, las espuelas y la tralla, son herramientas que complementan las ayudas naturales. Su uso debe ser siempre consciente, preciso y respetuoso con el bienestar del caballo. Nunca deben utilizarse como castigo ni generar dolor.
- La fusta: La fusta ayuda a reforzar una orden que no ha sido atendida con las ayudas naturales. Su uso debe ser ligero y puntual, aplicándose en zonas específicas del cuerpo del caballo, como la grupa o el hombro.
- Las espuelas: Las espuelas son un recurso que permite afinar las indicaciones de las piernas. No todos los jinetes ni todos los caballos son aptos para su uso.
- La tralla: La tralla, se utiliza principalmente en el trabajo a la cuerda o en la doma. Su función es extender el alcance del jinete y ayudar a dirigir los movimientos del caballo a distancia. Su uso requiere experiencia y conocimiento para evitar asustar o lastimar al animal.
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