El Ayuntamiento de Málaga ha decidido poner fin al servicio de los coches de caballos en el centro histórico al revocar las 25 licencias que aún estaban activas.

La medida responde “al bienestar y la seguridad de los animales”, según explicó el alcalde Francisco de la Torre en un mensaje difundido en redes sociales.

Esta decisión culmina un proceso iniciado hace años: de las 55 licencias que había en 2018, 30 ya se habían amortizado voluntariamente entre 2016 y 2020; ahora se da por extinguida la actividad de forma definitiva. Las licencias se remontaban a la ordenanza municipal de 2015, que fijaba una duración máxima de veinte años.

El coste de rescatar estas licencias asciende, según un informe valorado por la empresa auditora R&L Auditores, a 125.380,48 euros por cada permiso. En total, el Ayuntamiento desembolsará alrededor de 3 millones de euros.

El Consistorio justifica que los paseos en coche de caballos resultan incompatibles con las necesidades de seguridad, salubridad y modernización de la ciudad. Con la medida, Málaga pretende dejar atrás una estampa tradicional del recorrido turístico y apostar por alternativas más sostenibles para recorrer sus calles.

La decisión ha generado rechazo entre los cocheros afectados, que han manifestado su malestar por la pérdida del medio de vida y demandan compensaciones justas y nuevas oportunidades laborales.

Otros sectores, en cambio, han celebrado la medida como un paso hacia un modelo de turismo más responsable y respetuoso con los animales.