El 12 de marzo, el Centro Ecuestre La Belga ofreció una experiencia educativa inolvidable a los alumnos de 1º y 2º de Primaria del Colegio Los Robles. En un evento que trasciende los límites convencionales del aprendizaje, los niños tuvieron la oportunidad única de interactuar directamente con ponis dentro del recinto escolar. Esta actividad forma parte de un programa diseñado por la FHPA, destinado a fomentar la conexión de los estudiantes con la naturaleza y el mundo ecuestre.La presencia de estos animales en el colegio proporcionó a los niños una lección vivencial sobre el cuidado, el respeto y el amor por los animales, así como una introducción fascinante al deporte de la equitación. Para muchos de estos estudiantes, fue la primera vez que tuvieron contacto directo con caballos, brindándoles una experiencia tanto educativa como emocionalmente enriquecedora.
El programa subraya la importancia de la educación experiencial, una metodología que permite a los estudiantes aprender a través de la práctica directa. Esta aproximación no solo enriquece su conocimiento sobre un tema específico, sino que también fomenta habilidades vitales como la empatía, la responsabilidad y el trabajo en equipo. La interacción con los ponis les enseñó lecciones valiosas sobre el cuidado animal, la confianza y la superación de miedos o prejuicios hacia estos seres vivos.
El evento también sirvió para destacar la importancia de la educación ambiental desde una edad temprana, preparando a los niños para ser ciudadanos conscientes y respetuosos del entorno natural y de todas las criaturas que lo habitan. La visita de los ponis al Colegio Los Robles es un claro ejemplo de cómo las actividades educativas fuera del aula pueden complementar y enriquecer el currículo escolar tradicional, ofreciendo a los estudiantes una comprensión más profunda y empática del mundo que los rodea.
El Centro Ecuestre La Belga y el Colegio Los Robles han recibido elogios por su iniciativa, mostrando que el aprendizaje puede trascender los libros y las aulas para convertirse en una experiencia viva y memorable. Este evento no solo ha sido una lección sobre equitación y cuidado animal, sino también una inspiración para otros centros educativos sobre cómo incorporar métodos de enseñanza innovadores y significativos que preparen a los estudiantes no solo académicamente, sino también como individuos compasivos y conscientes en su vida diaria.Con iniciativas como «Los caballos también van al cole», se abre un nuevo camino en la educación, demostrando que el aprendizaje sobre la naturaleza y los seres vivos puede ser tan emocionante y formativo como cualquier otra materia escolar. Sin duda, es una experiencia que los estudiantes no olvidarán y que, esperamos, se repita en más instituciones educativas en el futuro.
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