Lis Hartel, nacida el 14 de marzo de 1921 en Copenhague (Dinamarca), fue la primera amazona medallista en unos Juegos Olímpicos en la historia, que además, contaba con cierta discapacidad.
Desde temprana edad, Hartel se sintió atraída por los caballos y todo lo que a estos envolvía. Comenzó a practicar la equitación y sus buenas habilidades desde joven, la llevaron a entrenar con el jinete profesional Gunnar Andersen, allanando el camino hacia un gran futuro en el mundo de la equitación.
A medida que Lis Hartel crecía, su presencia en las competiciones de su país se hacía más notoria, destacándola como una promesa emergente. Sin embargo, la vida le tenía un desafío a los 23 años de edad: la polio. Esta enfermedad amenazó con obstaculizar sus movimientos y su futuro como amazona. Pero la determinación de Hartel superó a la adversidad. A pesar de los obstáculos físicos y de su parálisis, decidió regresar a la competición
En los Juegos Olímpicos de Helsinki (Finlandia) de 1952, la disciplina de Doma Clásica finalmente permitió la participación de civiles, abriendo las puertas para las mujeres también. Montando a su compañero “Jubilée”, el binomio se alzó con la medalla de plata, inscribiendo su nombre como la primera mujer en ganar una medalla olímpica en una disciplina hípica. Era la única entre los jinetes presentes en ser acompañada por dos asistentes que la ayudaban a subirse al caballo, ya que debido a las consecuencias de la polio, esto le resultaba imposible. Contaba con parálisis de rodillas hacia abajo y dificultad de movimiento en el resto de extremidades.
A lo largo la carrera deportiva de Hartel, se coronó campeona nacional en seis ocasiones y aseguró una segunda medalla olímpica en 1956. Pero su legado trasciende los logros deportivos. Después de retirarse, creó la Fundación Lis Härtel, una institución dedicada a la terapia a través de la interacción con caballos para personas con discapacidades.
Su partida en 2009 dejó un vacío en la historia de la Doma Clásica, pero también dejó un gran legado en cuanto a deportividad y superación. Su nombre ha quedado grabado en la historia como la primera mujer en ganar una medalla olímpica en una disciplina hípica.
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