La responsabilidad civil profesional del veterinario se refiere a la obligación legal que tiene de responder por los daños y perjuicios que puedan sufrir sus clientes como consecuencia de errores o negligencias en el ejercicio de su profesión.
En el ámbito de la hípica, esta responsabilidad puede surgir en situaciones como:
- Diagnóstico erróneo: Si el veterinario realiza un diagnóstico erróneo del estado de salud del caballo, lo que provoca un tratamiento inadecuado y el empeoramiento del animal.
- Tratamiento negligente: Si el veterinario aplica un tratamiento negligente o inadecuado al caballo, lo que le causa lesiones o incluso la muerte.
- Falta de información: Si el veterinario no informa adecuadamente al propietario del caballo sobre los riesgos o las consecuencias de un determinado tratamiento o procedimiento.
- Uso de productos inadecuados: Si el veterinario utiliza productos inadecuados o en mal estado para tratar al caballo.
Regulación:
La responsabilidad civil profesional del veterinario está regulada por las normas generales de la responsabilidad civil extracontractual, recogidas en el Código Civil español (Artículos 1902 a 1905).
Además, existen normas específicas aplicables a la profesión veterinaria:
Ley 38/2015, de 2 de octubre, de Colegios Profesionales: Establece las obligaciones de los veterinarios y las bases del régimen disciplinario de la profesión.
Real Decreto 523/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley 38/1974, de 22 de diciembre, General de Sanidad: Regula la actividad profesional de los veterinarios y establece las normas de higiene y seguridad animal.
Consideraciones relevantes:
- Prueba del daño: El propietario del caballo debe probar la existencia del daño, la relación causal entre el daño y la actuación del veterinario, y la culpa o negligencia del veterinario.
- Culpa o negligencia: La responsabilidad del veterinario solo se dará si se demuestra que el daño fue causado por su culpa o negligencia.
- Previsibilidad del daño: El daño debe haber sido previsible para el veterinario.
- Medidas de precaución: El veterinario debe haber adoptado las medidas de precaución necesarias para evitar el daño.
Recomendaciones para los veterinarios:
- Contratar un seguro de responsabilidad civil profesional: Es fundamental que los veterinarios contraten un seguro de responsabilidad civil profesional para cubrir los posibles daños causados por errores o negligencias.
- Formarse de forma continua: La profesión veterinaria requiere de una formación continua para estar al día de los últimos avances científicos y técnicos.
- Documentar adecuadamente su trabajo: Es importante que los veterinarios documenten adecuadamente su trabajo, incluyendo los historiales clínicos de los animales, los diagnósticos, los tratamientos aplicados y el seguimiento de los pacientes.
- Comunicarse eficazmente con los clientes: Es fundamental que los veterinarios se comuniquen de manera eficaz con los propietarios de los caballos, explicándoles los procedimientos que se van a realizar, los riesgos y las posibles complicaciones.
Autora: Cristina Prado Benéitez, Letrada del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid – GM Consulting -, especializada en deporte ecuestre.
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