Como bien es dicho en la comunidad ecuestre tanto nacional como internacional, sin cascos no hay caballo, por lo que su bienestar es extremadamente importante para que el equino en cuestión goce de buena salud y rendimiento. La nutrición proporciona los nutrientes necesarios para el buen desarrollo y la fuerza de estos. Con una alimentación adecuada, se pueden evitar muchos problemas en ellos, como los cascos blandos o quebradizos.
La biotina y el zinc son especialmente importantes para esta labor ya que promueven el crecimiento y la resistencia de la queratina, el componente principal del casco. Los piensos frescos y de alta calidad proporcionan estos nutrientes esenciales, así como las proteínas y los aminoácidos necesarios para mantener una salud óptima de los cascos.
De particular importancia es el equilibrio de aminoácidos esenciales para la formación de queratina. Alimentar con grandes cantidades de proteínas de baja calidad no es suficiente para permitir que el casco se recupere adecuadamente. Además, es beneficioso incluir fuentes ricas en omega-3 y fuentes limitadas de omega-6 en la dieta. La hidratación también es crucial. Unos cascos secos y quebradizos pueden ser indicativos de una falta de hidratación o de una dieta desequilibrada.
Finalmente, es fundamental evitar el exceso de azúcares en su dieta. Los azúcares pueden contribuir a desequilibrios metabólicos que afectan negativamente la salud de los cascos (laminitis, por ejemplo).
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