Los caballos son animales sociales por naturaleza, acostumbrados en libertad a vivir en manadas donde encuentran seguridad, estimulación y equilibrio emocional.
Cuando un caballo vive solo, su bienestar puede verse afectado, desarrollando comportamientos como el estrés, la apatía o estereotipias.
Por esta razón, resulta imprescindible proporcionarle compañía, incluso de otras especies como ovejas puede marcar una gran diferencia en su calidad de vida.
En este sentido, las ovejas, tranquilas y adaptables, pueden convertirse en compañeras ideales para un caballo que no dispone de otros équidos cerca (véase en una finca cerrada en la que se encuentra solo).
Esta convivencia fomenta la interacción social, reduce la ansiedad y estimula su entorno de forma positiva. A mayor abundamiento, la presencia de otro ser vivo les ofrece compañía en momentos de descanso y vigilancia mutua frente a posibles amenazas.
Garantizar que un caballo no viva en soledad no solo es una cuestión de empatía, sino una parte fundamental de su salud mental y física. No es la primera vez que un jinete desea vender su caballo, pero tiene que ir acompañado de su fiel amigo.
Un compañero, sea equino o lanar, puede animar a nuestro caballo a lo largo de su vida.

















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