Vamos a ser sinceros: todos tenemos un carrete del móvil lleno de fotos de caballos que prometían ser espectaculares… hasta que las abrimos más tarde y vemos cabezas cortadas, sombras raras, un salto que parece más bien un churro y ese momento mágico en el que el caballo parpadea justo cuando haces clic.

Pero no pasa nada. En Chacco Marketing estamos acostumbrados a ver de todo (de verdad, de todo). Y por eso mismo hemos preparado esta guía sencilla para que tus fotos ecuestres en redes sociales mejoren muchísimo sin tener que estudiar fotografía ni comprarte un equipo profesional.

Porque sí: puedes hacer contenido bonito solo con tu móvil.

Vamos al lío.

1. La luz: tu mejor amiga (si la usas bien)

Lo primero para que una foto funcione es la luz. Si la luz falla, puede venir Ansel Adams a ayudarte que no hay milagro.

Lo que funciona:

Luz natural siempre que puedas. Exterior = éxito.

Evita el sol del mediodía, que aplasta las sombras (y convierte al caballo en un pollo asado brillante).

La hora dorada —al amanecer o al atardecer— es la más agradecida: tonos cálidos, sombras suaves….

Lo que evitar:

Fotos en interiores oscuros.

Sombras de barras dentro de la pista (sí, esas rayas horribles que afean cualquier toma).

Contraluces no intencionados que dejan al caballo como una silueta negra.

2. La composición: dónde ponerse y por qué importa

La foto cambia por completo simplemente moviéndote dos pasos.

Un truco infalible:

Colócate a la altura del caballo, no más alto que él. Si tiras la foto desde arriba, el caballo parece más pequeño y menos proporcionado.

Regla del oro:

La regla de los tercios. No pongas al caballo siempre en el centro. Deja aire delante de él, hacia donde mira o se mueve. Hace la foto muchísimo más interesante.

Cuándo acercarte y cuándo no:

Si quieres capturar detalles (ojos, boca, cascos, equipo), acércate.

Para saltos: cuanto más lejos estés, más natural queda la curva del salto. Demasiado cerca = extremidades del caballo cortadas, detalles raros o saltos que parecen… bueno, otra cosa.

3. La movilidad: capta el mejor momento sin pulsar 300 veces

Esto nos pasa a todos: mantienes pulsado el botón, haces ráfaga, te salen 78 fotos, eliges una (regular) y borras las demás.

Activa la ráfaga, sí, pero apunta al momento correcto: cuando el caballo está en aire o en la fase más armónica del tranco.

Si grabas vídeo para sacar pantallazos, grábalo en 4K: el fotograma saldrá mejor.

Para trote o galope, fotografía cuando el caballo tiene una buena simetría.

4. Detalles a evitar (y que te arruinan la foto sin que te des cuenta)

Aquí viene lo que casi nadie te cuenta y lo que más vemos en Chacco Marketing al revisar cuentas:

Equipo muy sucio. A cámara se nota más. Sudor seco.

Moscas posadas (suena tonto, pero arruina muchas fotos close-up).

Fondos caóticos: camiones, cubos, redes de heno, gente pasando detrás.

Saltos torcidos (sí, es muy habitual).

Un segundo para mover al caballo, limpiar un poco o cambiar de ángulo hace maravillas.

5. Cómo hacer reels que funcionen de verdad

Que levante la mano quien haya subido un reel precioso y el algoritmo haya dicho: “Hoy no, amigo”.

Sí, también nos pasa.

Pero aquí van unos tips que funcionan casi siempre:

1. Mantén el reel corto y dinámico.

10–15 segundos es lo ideal. Si tu vídeo dura 40 segundos, Instagram decide que es una siesta visual.

2. Transiciones sencillas.

No hace falta hacer magia. Con tres clips bien conectados funciona.

3. Empieza fuerte.

Los primeros 2 segundos deciden todo.

Pon algo llamativo: un salto un primer plano potente  una escena estéticamente bonita

4. Música en tendencia.

No la que te gusta a ti: la que el algoritmo está empujando.

5. Un texto claro, corto y útil.

3–5 palabras funcionan.

6. Graba en vertical siempre.

Por favor. Por tu bien. Por el bien de todos.

6. El extra que marca la diferencia: intención

La mayor diferencia entre una buena foto y una cualquiera no es la cámara: es la intención.

Si piensas antes de disparar: qué quieres enseñar, qué emoción quieres transmitir, cuál es el mejor ángulo, qué historia cuenta la imagen……tus fotos mejorarán automáticamente.

Para terminar: tu móvil ya es suficiente

Desde Chacco Marketing lo decimos mucho: no necesitas una cámara profesional para tener buen contenido.

Solo necesitas un poco de atención, unos trucos básicos y mirar lo que publicas.

Y si algún día necesitas ayuda con tus fotos, tu contenido o tu estrategia… bueno, para eso estamos nosotros.

Pero mientras tanto, sal, haz fotos y disfruta del proceso. Tus redes —y tus caballos— te lo van a agradecer.

Contáctanos sin compromiso:

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