El síndrome navicular es una de las afecciones más comunes y temidas entre los propietarios de caballos, especialmente en disciplinas que requieren un esfuerzo físico constante.
Se trata de una patología degenerativa que afecta a las extremidades del caballo, concretamente al hueso navicular y a las estructuras adyacentes, como el ligamento impar y la bursa podotroclear.
Aunque su origen puede ser multifactorial, los veterinarios especializados coinciden en que está relacionado con una combinación de factores genéticos, una mala formación del casco, el uso excesivo de herraduras o un herraje inadecuado.
Los caballos que padecen este síndrome suelen presentar cojera intermitente, que tiende a empeorar tras el ejercicio o al caminar sobre superficies duras.
El diagnóstico generalmente requiere una evaluación clínica, pruebas de flexión y, en muchos casos, radiografías o resonancia magnética para identificar los cambios degenerativos.
El tratamiento del síndrome navicular se centra en aliviar el dolor y ralentizar la progresión de la enfermedad. Esto puede implicar ajustes en el herraje, administración de medicamentos antiinflamatorios y una gestión cuidadosa del ejercicio. Aunque no existe cura, muchos caballos pueden llevar una vida activa y confortable, siempre y cuando reciban un seguimiento veterinario adecuado para valorar lo mejor para cada caso.
-Redacción por Cristina Prado-
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