Una reciente decisión del Tribunal FEI ha llevado a la suspensión del jinete argentino Fabián Sejanes por dopaje en el Campeonato del Mundo FEI de 2022, celebrado en Herning, Dinamarca. El tribunal determinó que Sejanes dio positivo por las sustancias prohibidas hidroclorotiazida y cloraminofenamida, que entran en la categoría «S5 – Diuréticos y agentes enmascaradores» de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

La hidroclorotiazida es un fármaco para reducir la presión arterial que también aumenta el riesgo de cáncer de piel no melanoma; la cloraminofenamida actúa como sedante. A primera vista parece inofensivo, pero como “agentes enmascaradores” también se trata de sustancias probadas que ayudan a ocultar el dopaje.

En 2018, Sejanes formó parte del equipo belga que obtuvo la victoria en la final de la Copa de Naciones en Barcelona, ​​montando a Harley v/d Bisshop (hijo de Dulf van den Bisschop) junto a Nicola Philippaerts. Posteriormente, pasó varios años bajo la dirección de Bertram Allen, continuando su exitosa carrera con logros como ganar un Gran Premio en Wellington y luego triunfar en la etapa de la Copa del Mundo en Ocala.

Actualmente, el castrado belga de 16 años, de nombre «Leobardo Arturo Flores Leal», compite exitosamente por México. Sin embargo, antes del Campeonato Mundial de 2022, el argentino Fabián Sejanes había tomado las riendas con la esperanza de avanzar en su propia carrera. La colaboración terminó abruptamente cuando una prueba de dopaje durante el Campeonato Mundial reveló rastros de sustancias prohibidas en la sangre de Sejanes.

Ahora, más de 14 meses después, el tribunal de la FEI finalmente ha dictado sentencia:

El Tribunal de la FEI, ha suspendido a Fabián Sejanes por un período de 18 meses, a partir del 27 de octubre de 2023, fecha de la decisión final. Todos los resultados obtenidos por Sejanes durante el evento han sido anulados, así como cualquier otro resultado de la competición obtenido tras la recogida de muestras. Además, Sejanes ha sido multado con 3.000 francos suizos y ha sido condenado a pagar en costas 1.500 francos suizos.

Este caso subraya la importancia del juego limpio y el cumplimiento de las normas antidopaje en los deportes ecuestres, y sirve como recordatorio de las graves consecuencias del dopaje para los atletas y sus carreras profesionales.