El compliance, o cumplimiento normativo, se refiere al conjunto de políticas, procedimientos y controles que una organización implementa para garantizar el cumplimiento de leyes, regulaciones y estándares aplicables. Este concepto, cada vez más relevante en el ámbito empresarial, tiene como objetivo prevenir conductas ilícitas, proteger la reputación de la empresa y evitar sanciones legales. Aunque suele asociarse con sectores como el financiero o tecnológico, su aplicación en el sector ecuestre es igualmente crucial, debido a los riesgos inherentes a esta actividad.
En el ámbito ecuestre, el compliance puede abordar cuestiones como el cumplimiento de normativas laborales para garantizar condiciones seguras y justas para los trabajadores de hípicas y clubes. Además, es fundamental en la gestión de aspectos medioambientales, como el manejo adecuado de residuos y el bienestar animal, asegurando que las empresas respeten tanto la legislación vigente como las buenas prácticas del sector. Otro pilar esencial es la transparencia en la gestión financiera, especialmente en lo que respecta a eventos, competiciones y patrocinadores.
Para implementar un programa de compliance eficaz, las empresas del sector ecuestre deben realizar un análisis de riesgos que identifique las áreas más vulnerables, establecer un código de conducta claro y formar a sus empleados en temas relacionados con el cumplimiento normativo. También es vital instaurar canales de comunicación que permitan reportar irregularidades de forma confidencial. De este modo, se fomenta una cultura ética que no solo protege a la empresa, sino que también mejora su reputación y competitividad en el mercado.
-Redacción por Cristina Prado-
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